Opinión

FranciscoJ. Egea González

Bioeconomía circular

Hay áreas de química que aportan información sobre la composición de las (bio)materias primas con potencial de valorización

Las revoluciones industriales en la historia, han sido importantes acontecimientos, transformaciones tecnológicas, económicas y sociales basadas en avances científicos (máquina de vapor, electricidad o informática) que han permitido un aumento exponencial de la calidad de vida en gran parte del mundo.

Como contrapartida, las actuales economías son enormemente dependientes del petróleo y de la sobreexplotación de recursos naturales, comprometiendo límites planetarios, cambio climático, malnutrición y pérdida de biodiversidad. A principios de siglo, la Unión Europea, comenzó a planificar una nueva revolución industrial que actualmente ha cristalizado en la "Bioeconomía" y "Economía Circular". Conceptos incluidos en políticas como el Pacto Verde, la Acción por el Clima, la Estrategia de la Granja a la Mesa, la Estrategia de Economía Circular o la Estrategia sobre Biodiversidad.

La Economía circular es un modelo de producción, distribución y consumo en el que el valor de los productos, materiales y recursos permanece el mayor tiempo posible (reciclando, reutilizando y reparando), potenciando su uso sostenible y minimizando residuos. La Bioeconomía, es el conjunto de actividades económicas relacionadas con producción, transformación y utilización de recursos de origen biológico para producir alimentos, piensos, materiales, energía y servicios. Almería genera cerca de dos millones de toneladas anuales de materias primas de biomasa agrícola.

Esta definición encaja perfectamente en el papel que desempeñan ciencias experimentales. A modo de ejemplo, hay áreas de química que nos aportan información analítica sobre la composición de las (bio)materias primas con potencial de valorización; reacciones basadas en catálisis que nos permiten aprovechar los esqueletos de celulosa o lignocelulosa de la biomasa agrícola para obtener hidrógeno o bioblocks, moléculas útiles en farmacia, cosmética o industria química como la producción de bioplásticos. Los avances con el microbioma de suelos, biofertilizantes y bioestimulantes permiten reducir el uso de fertilizantes minerales.

Por último, en el ámbito socioecológico, es necesario establecer indicadores de sostenibilidad y cambiar nuestros esquemas mentales adquiridos en 200 años de economía fósil, para interiorizar que no se trata de separar la naturaleza del crecimiento económico sino de cambiarlo para crear riqueza desde ella.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios