El medio y el ambiente

Buenos propósitos arbóreos

Las pegatinas, que son de buena calidad y las pegaron bien, ahí permanecen. Y los árboles secos, ahí siguen

N O puedo decir que hemos legado "a después de Reyes" sin darnos cuenta. Lo último que hemos pasado ha sido un otoño salpimentado, a tope, con el volcán canario y con los inventos y toma de decisiones de los gobiernos y desgobiernos, que de todo hay, tomando decisiones y hasta indecisiones en relación con el virus versión gamma, o épsilon u omega, como los relojes, y que, en vez de darnos la hora, nos da deshoras.

Bueno pues el otoño pasó y ya estamos en invierno. Concretamente encaminados a las fechas más propias del mismo. Pero, sin embargo, en el Ayuntamiento, en nuestro Ayuntamiento, en nuestro querido y solícito Ayuntamiento, estando como está: regido por mentes preclaras, por políticos de gran experiencia y mejor futuro ¿profesional? ¿vital?, no se han percatado de que poner fechas a un compromiso es malo. En lugar de eso, los políticos siempre usan expresiones del tipo: en plazo breve, próximamente, en menos de …., que no tienen fecha determinada de vencimiento, que decía la normativa de las letras de cambio.

Bien, pues nuestro Ayuntamiento puso junto a los alcorques de los árboles enfermos de mi barrio (Altamira), un montón de pegatinas con la leyenda de que se cambiaría en otoño. Las pegatinas, que son de buena calidad y las pegaron bien, ahí permanecen. Y los árboles secos, ahí siguen.

La frase del Prof. Tierno: "las promesas electorales se hacen para no cumplirlas", no es de aplicación al caso. Este tema de limpieza vegetal, lo decidieron ellos y le pusieron esa fecha de vencimiento porque así lo decidieron. La pregunta inmediata es ¿cómo toman las decisiones?, ¿cómo planifican el trabajo?, por ser una decisión menor ¿no cuenta como falta a su palabra? ¿puede ser que piensen que da igual cumplir que no cumplir, puesto que nadie les va a reclamar nada? Y la oposición: ¿qué hace aparte de darse un paseo por el Cerro de San Cristóbal? que, por cierto, resultó bastante accidentado.

Recuerdo cuando los Ayuntamientos eran la Administración más próxima al ciudadano y a los concejales se les hacían demandas por la calle, en cualquier lugar en el que se encontrara uno con ellos, pues por obligación o por devoción se dejaban abordar. Todo esto me ha traído el recuerdo de una feria de Almería en el que le dije a uno de mis hijos si quería conocer a una persona que nos había saludado, me preguntó por qué y le expliqué que era una persona importante de Almería, que era el alcalde, a lo que mi chiquillo, con unos 9 años, me contestó: "el importante soy yo, si no le voto, él no es alcalde"

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