El callejón del gato

CHORICEOS DE ÉLITE

Espinosa de los Monteros da la cara con altanería en un debate televisivo y sin mover una pestaña

Para la derecha no todos los choriceos son iguales, los hay de tan baja categoría que cometidos por un político de alto rango le puede costar el cargo, pero hay otros que son propios de la especie y su ejercicio no producen efecto alguno a quienes osan llevarlos a la práctica.

No es lo mismo caer en la bajeza de birlar unas cremas y un cepillo de dientes en un supermercado, que tener la habilidad y destreza de montar un gabinete para enriquecerse saltándose la ley a la torera. Con todos los aciertos y errores que Cristina Cifuentes pudiera cometer en su larga carrera política siempre se recordará por su imagen patética registrando el bolso de mano frente a un vigilante del centro comercial. Semejante hazaña fue definitiva para su fulminante caída. Caso muy distinto son los choriceos de alto nivel perpetrados por la ilustre dama de sonrisa gélida Rocío Monasterio. Se ha descubierto que la portavoz de VOX de la Asamblea de Madrid firmaba proyectos como arquitecta cuando todavía no lo era, certificaba obras sin estar colegiada y careciendo de la oportuna licencia urbanística y propiciaba la construcción de viviendas en suelo industrial.

A la vista de los numerosos casos que han sido descubiertos y atando cabos, no se trata de hechos aislados realizados ocasionalmente, sino que aliada con su marido y colega de VOX, el promotor Iván Espinosa de los Monteros, montan un chiringuito para enriquecerse dedicándose a hacer reformas en naves industriales adaptándolas a viviendas que definían como "lofts" y vendían a precio de mercado sin someterse a reglamentación alguna. Ni proyecto de arquitecto visado, ni recalificación de suelo, ni licencia de obra, ni cualquier otro requisito legal previsto para la construcción de viviendas. No me imagino yo a Cristina Cifuentes participando en un debate en televisión el día siguiente de su desafortunada y vulgar chorizada, como si nada hubiera ocurrido. Sin embargo estando en pleno apogeo los trapicheos urbanísticos del matrimonio estafador, Espinosa de los Monteros da la cara con altanería en un debate televisivo y sin mover una pestaña. Ninguno de sus interlocutores sacó a relucir el tema, como si las prácticas fraudulentas cometidas en amor y compaña con su esposa Rocío Monasterio fueran consustanciales a su persona y al partido que representa. Su choriceo se puede calificar de élite y no menoscaba en absoluto su condición de portavoz de VOX en el Congreso de los Diputados.

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