Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Candidatos a diputados

Si existen las primarias, no es consecuente que a la hora de elaborar las listas lo que cuente sea la lealtad al líder

Ya se conocen los candidatos que los principales partidos presentarán a las elecciones del 28-A. En el PSOE, y más concretamente en Andalucía, parece que Madrid no ha respetado las listas que se le habían remitido, confeccionada con los votos de las distintas agrupaciones provinciales en elecciones primarias. Además de manifestar su rotunda disconformidad, la ex presidenta de la Junta añadía que "tomaba nota", si bien manifestó a continuación la plena disposición de los socialistas andaluces para procurar al partido los mejores resultados. Recuerden que en las elecciones andaluzas la ex presidenta de la Junta, como secretaria general del PSOE-A, confeccionó las listas enteramente a su gusto, sin consultar nada a Madrid. También en Aragón y Galicia se acusa a Ferraz de no haber respetado las propuestas. En el PP también se ha prescindido de los sorayistas, que perdieron el congreso frente a Casado (aunque más que sorayistas, más propio sería llamarles marianistas). Incorporan como número uno de Barcelona a Cayetana Álvarez de Toledo y al periodista Pablo Montesinos y algunos subrayan la mayor influencia de Aznar y FAES en el PP. Cs, Rivera, que fracasó con el intento de incorporación de una ex del PP, lo compensa con la incorporación de Edmundo Bal, abogado del Estado, jefe de la sección Penal, que dimitió para no verse obligado a firmar la acusación a los independentistas por sedición que le imponían sus jefes directos, cuando él creía que hubo rebelión. En el PSOE ya hace tiempo que Pedro Sánchez anunció la incorporación del entrenador de baloncesto Pepu Hernández.

Quizás las incorporaciones más notorias a las candidaturas sean las de Vox de destacados militares ya retirados, que en su vida activa llegaron al generalato y aparecen como números uno de las listas de Alicante, Cádiz, Castellón y Palma de Mallorca. Muy criticadas por Podemos, aunque ellos fueron los primeros que incorporaron a sus candidaturas un militar de alta graduación. En las Fuerzas Armadas, al generalato y al almirantazgo no se llega necesariamente por el escalafón, sino que opera una selección, que garantiza los más adecuados.

La Constitución obliga a los partidos a que tengan un comportamiento democrático. Si existen primarias para que sean los afiliados los que elijan a los candidatos, no parece consecuente que a la hora de la definitiva elaboración de las listas lo que más cuente no sean los resultados de esas primarias, sino la lealtad al líder. Y para los jóvenes que empiezan en política, el puesto en las listas se convierte en una cuestión de supervivencia.

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