La tapia con sifón

Casas verdes

Los derechos de autor de este artículo se los voy a traspasar a Lola Gómez Ferrón

Los derechos de autor de este artículo se los voy a traspasar a Lola Gómez Ferrón porque apenas puedo intercalar alguna frase en el cúmulo de sus ideas y frases. Lo primero, para justificar el título, es apoyar su propuesta de que los invernaderos se llamen "casas verdes", que es como se llaman en inglés y en sueco. Y que es más acorde con lo que se hace en ellos, que es, en palabras de Lola (no entrecomillo, porque prácticamente todo tendría que estarlo), una agricultura mediterránea protegida, una agricultura familiar, sostenible. Más que una agricultura es una industria, pero es el único proceso industrial del mundo que descontamina, gracias al uso de la energía solar, el viento, el aprovechamiento del agua, la polinización con insectos y la lucha integrada contra las plagas. Todo esto ha conformado un paisaje gastronómico, porque el mar de plástico acoge debajo una auténtica amazonía, como demuestra Lola con las fotos y los montajes. Cuenta como la FAO nos puso a parir en 2004, alegando que habíamos convertido un vergel en un desierto bajo plástico. ¿Vergel el Campo de Dalías antes de "plantar" los invernaderos? Recuerdo perfectamente en mi niñez -años cincuenta y primeros sesenta- cuando iba al cortijo de unos tíos míos, que era un minioasis rodeado por kilómetros cuadrados de sequerales cuajados de pedruscos calcinados, lagartijas, alacranes… y algún que otro cortijillo tan escuálido como el de mis tíos.

Como es imposible resumir en dos mil caracteres las dos horas de apasionada y densa ponencia que impartió Lola en el curso de la UAL de esta semana, les recomiendo que acudan a oírla la próxima vez que la tengan a mano. Como la oirán y verán el próximo curso todos los alumnos de enseñanza secundaria de Alemania (TODOS), gracias a un documental de veinticinco minutos que el gobierno alemán ha grabado en Clisol.

Aquí, Lola habla de niños horrorizados cuando les dan frutas y tomates, que son muy dulces, pero ellos están habituados al dulzor extremo de la bollería industrial. No todos, por suerte, también vimos imágenes de críos disfrutando con los tomates y pimientos dulces. Como los nuevos -aun sin nombre- que ya están probando figuras como Berasategui. O las "malas hierbas" que está cultivando con la colaboración del restaurante Alejandro, donde la chef Yolanda García está haciendo muy interesantes creaciones.

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