Cenizas

Se preguntó ¿cuáles de ellos se habrían pasado más de la raya, es más donde estaba la raya?Este país está muy débil. Nos sostienen los fuertes sentimientos hacia la familia que hay en esta sociedad

¿puede producir efecto desinflamatorio alguno sobre un episodio de disturbios sociales el que una persona cuyas opiniones tienen un importante eco social escriba el siguiente mensaje al respecto: "Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol. La violenta mutilación del ojo de una manifestante debe ser investigada y se deben depurar responsabilidades con contundencia"? Absolutamente ninguno.

¿Y alguién podría llegar a deducir de esas palabras que quien las escribe está apoyando la violencia desarrollada en dicho episodio e, incluso, incitando a que esa violencia continúe? Sin duda.

Y si ese texto lo escribiera un Excmo. Señor Diputado, ¿qué mensaje podría recibir un ciudadano al leerlo? Pues puede que uno que nos diga que un Excmo. Señor Diputado, cuya conducta está sometida a un código ético que le impone la obligación de actuar con integridad, transparencia, diligencia, honradez, responsabilidad y respeto, tanto a los demás miembros de las Cámaras como a la ciudadanía en general, así como con acatamiento y respeto a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico (Artículo 2 del Código de Conducta de las Cortes Generales), nos está avisando de que este Estado es presa del fascismo, de que lo que vemos es un necesario combate frente a él y de que hemos de buscar la justicia en las calles, porque no la hallaremos en ningún otro lugar.

Excmo. Señor Echenique cuanta deslealtad hay en esas palabras y cuanta irresponsabilidad. ¿Incendiamos España a ver qué ocurre? Nada bueno, Excmo. Señor Echenique, nada bueno, salvo para los que viven de recoger cenizas. Este país, ahora mismo, está muy débil, tremendamente débil. Nos sostienen los fuertes sentimientos hacia la familia que hay en esta sociedad, esos por los que, mientras podamos, ninguno de los nuestros pasará faltas, esos que han tejido la red de contención más fuerte con la que contamos en estos momentos. Y el Gobierno del que su partido forma parte tiene por delante un reto crucial para el futuro de este país que, sí cuando comenzó la legislatura ya era enorme por haber sido constantemente relegado, ha devenido inmenso a causa de las dramáticas consecuencias de la pandemia: Dotarnos de lo necesario para emprender el camino que permita a este país tener éxito ante los tremendos desafíos económicos, medioambientales, de bienestar social y demográficos de este siglo. Por todo esto, quien no sea capaz de ayudar a que esa debilidad no vaya en aumento, y quien no entienda que solo de la unidad y del amor a España pueden llegar los grandes cambios, debe echarse a un lado. Por todo lo anterior, quien no sea capaz de estar a la altura de estas exigentes circunstancias, no puede ostentar cargo público alguno.

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