Cerveza cara

Una desmedida carestía de la cerveza tendrá la significativa influencia de lo que afecta en lo cotidiano

El cambio climático da juego: sea para adelantar premoniciones dantescas, sirva como excusa para adoptar medidas impopulares y que tienen otro fin, o se convierta en razón de dialéctica entre fervientes abanderados de la causa -a la que sacan buenos réditos- y detractores de la misma, que no comulgan con las que creen falsas doctrinas o piensan, al cabo, que nada nuevo hay bajo el sol, astro rey con su corte de meteoros. Sin embargo, un reciente estudio, a partir de los estropicios producidos por las periódicas sequías en los cultivos de cebada, concluye que, avanzada la segunda mitad de este siglo, la cerveza podría triplicar su precio. Entonces, cuando el cambio climático afecte al bolsillo de los consumidores de birra, puede que la entidad de la perturbación climática se asuma con más convicción que la que debería tenerse con los reportajes, tan repetidos, tan hechos costumbre, de los informativos -poco antes de la cabezada, si ocasión hay para ello- que ponen ante los ojos las desmedidas magnitudes de las desgracias y los daños. La leva mayúscula de la muerte reclutando decenas, centenas de miles de víctimas, como si tan desmedida mortandad, además de lejana, conmoviera menos que una muerte singular, y también trágica, en una esquina más cercana del mundo.

Puesto que se trata de una bebida alcohólica universalmente consumida, la carestía de la cerveza tendrá esa significativa influencia de lo que afecta en lo cotidiano. Algo parecido al impuesto al gasoil, si bien las oscilaciones de su precio -las más de las veces al alza- se han hecho acostumbradas por continuas y la cerveza, como tantas otras cosas menudas, se las vio con el que ya parece antiguo redondeo del euro, pero no con una perspectiva de carestía creciente que pueda triplicar su precio convirtiéndola en producto de consumo suntuario, sin que se invite a otra ronda por el gravoso menoscabo de la cartera. Se aventuran asimismo conflictos de alcance cuando, aminorada la producción de cebada por el quebranto de las sequías, haya que decir el porcentaje de ese cereal destinado al alimento del ganado -actualmente más de dos terceras partes-, el que se reserve al consumo humano de productos derivados de la cebada y el propio para la elaboración de la cerveza.. Si esta se encarece en demasía, los beneficios pueden hacer que se priorice lo suntuario ante lo primario Una manera aproximada de decir que ni siquiera el cambio climático podrá con la aclimatación.

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