Claro, señor Ivars

El acto o los actos de tirar un bote de tomate en un cuadro de Van Gogh no es del todo idiota, es absolutamente imbécil

Efectivamente, Sr Ivars, el acto o los actos de tirar un bote de tomate en un cuadro de Van Gogh no es del todo idiota, es absolutamente imbécil. Pero claro para no alinearnos con los gordos reaccionarios y ser jóvenes equidistantes de pelo lacio tenemos que ni apoyar ni criminalizar lo de las pinturitas y los botes de tomate, situarnos en un estadio intermedio para que al mismo tiempo opinar que puede no tener y puede tener sentido que tales actos sirvan para llamar la atención sobre el calentamiento global o cualquier causa, la causa es lo de menos, lo importante es que sea imperativa y exigible sin posibilidad de elegir otra opción. El calentamiento global, la extinción de las especies, la pobreza en el mundo, la falta de alimentación adecuada para los niños de África, el gran número de personas que no tienen techo, la violencia de género, los derechos de los trans y los problemas de la agricultura, la ganadería y la pesca. No está justificado pero al mismo tiempo está justificado, como al parecer opina su equidistante persona. Vamos a por el resto de cuadros del mundo con cristal (ya van por el tercero) porque, qué nos importa más, un cuadro por muy importante que sea o los desahucios de familias con menores a su cargo (se me había olvidado). Preparemos una lista amplia y localizada de cuadros famosos con cristal y preparemos los botes de sopa de tomate. Tiremos un bote de sopa de tomate Campbells sobre el cuadro del bote de sopa de tomate Campbells para que se funda todo en una mancha abstracta, porque, qué nos interesa más, que haya un cuadro figurativo de un bote de sopa de tomate Campbells o que haya gente no tenga dinero para comprar ni siquiera un bote de sopa de tomate Campbells. Sí, es cierto, no es del todo idiota, es absolutamente absurdo. Anda y lo que ves raro es que las organizaciones que andan detrás de estos actos no son del todo transparentes. Qué raro, no. Protestemos por todo, hagamos de todo una causa imperativa y exigible, que no puede esperar. La violencia contra los animales, que no se les considere personas humanas, contra los taurinos, contra los fascistas, contra el capitalismo salvaje, contra todo lo que sea opuesto a lo que nosotros pensamos que es correcto. Vayamos raudos a comprar sopa de tomate e inundemos los museos buscando cuadros con cristal. Y claro, al final la mejor protección para un cuadro será que no lleve cristal.

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