El callejón del gato

Comunismo o libertad

Cuando se instauró la democracia y fue legalizado perdió protagonismo siendo un partido político de segunda

El eslogan "comunismo o libertad" por parte del PP en la campaña para las elecciones en la comunidad de Madrid me trae viejos recuerdos. En los años de la dictadura franquista, cualquiera que no fuera adicto al régimen establecido, era tachado como un rojo comunista. O franquismo, o comunismo. No había otra cosa. Con ello la palabra comunista perdió su verdadero significado ideológico. Para ser comunista no era necesario conocer y compartir las teorías del socialismo científico de Karl Marx y Friedrich Engels, bastaba con el simple hecho de no comulgar con la dictadura. Tratando al comunismo como su mayor enemigo, Franco le puso muy fácil su desarrollo. Más que un convencimiento personal adquirido mediante el estudio de un pensamiento filosófico, era una simple etiqueta con la que se identificaban muchos españoles para diferenciarse lo más posible de la dictadura franquista. Si en la dictadura el comunismo tuvo su momento, fue precisamente por la relevancia que le dio Franco, al considerarlo su principal adversario. Cuando se instauró la democracia y fue legalizado perdió protagonismo siendo sólo un partido político de segunda fila, y con el paso del tiempo se ha convertido en una fuerza insignificante dentro de un movimiento llamado Izquierda Unida que, a su vez, para lograr subsistir, se ha visto en la necesidad de incorporarse a Podemos. En democracia, un partido comunista no deja de ser una organización minoritaria sin posibilidad de gobernar en cualquiera de los estados de la Comunidad Europea. Hoy España pertenece a la Comunidad Europea y no tiene sentido invocar la amenaza de un comunismo invasor que acabe con la democracia, el estado de derecho, la división de poderes y demás valores recogidos en la Constitución. Cuando la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reduce su mensaje político el eslogan "comunismo o libertad", me retrotrae a los años de la dictadura, donde, como dije al principio, sólo cabían dos opciones: franquismo o comunismo. Todo lo que no se sometiera al régimen del dictador era comunismo. Está muy claro que para Díaz Ayuso la libertad debe ser lo que ella representa y todo lo que no se identifique con su ilustre persona, es comunismo. Una de dos, o votas a Díaz Ayuso que es la única candidata que defiende la libertad, o votas comunismo. Y, como consecuencia, todo aquél que no vote a Díaz Ayuso será etiquetado de comunista con cuernos y rabo. Como hacía Franco.

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