T ODO puede cambiar en un segundo. El Congreso del Partido Popular estaba planificado para que fuera una gran fiesta, la verbena de los populares de la provincia. Una despedida, como se merece, de Gabriel Amat, y un ascenso a la cima del PP, con todas las de la Ley, de Javier Aureliano García. Sin embargo todo cambió en un segundo. El "caso mascarillas" ha alterado todo lo habido y por haber y lo que se prometía como una gran fiesta se convirtió, si no en un trámite, en algo muy similar. Ahora lo que toca es cerrar filas, seguitr trabajando y esperar tiempos mejores.

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