Contrato de emprendedores

Lo bueno es que este contrato tenía un límite temporal, desapareciendo cuando el paro baje al 15%

Cuando, hace ya algunos años, el director de este periódico me ofreció poder escribir una columna de opinión, me angustiaba la idea de que, un día, me quedaría sin temas para un artículo. Falsa alarma. Con centrarme en el mundo laboral, paro y protección tendría bastante, pues no hay día sin novedades. Lo curioso es que, en el mercado laboral, cambian las soluciones, y se mantienen los problemas. Desde su aprobación en 1980, el Estatuto de los Trabajadores ha sido modificado 53 veces, para atajar la alta temporalidad, reducir el paro y mejorar la calidad del empleo. Cuesta creer que unos párrafos en el BOE reduzcan la temporalidad. Por un lado por las actividades en las que se crea empleo y, por otro, porque desde que en 1984, con carácter temporal (¡qué ironía!) se introdujeron los contratos temporales, las empresas han adaptado su funcionamiento a contar con unos trabajadores fijos y unos temporales cambiantes. Ahora hay nuevo Gobierno. Sabemos que, al principio, se anuncian las novedades. Que se vea que los que llega alguien con ideas frescas. En el mercado laboral el primer candidato a desaparecer en una posible reforma es el contrato indefinido para emprendedores, que ya tuvimos ocasión de criticar cuando lo crearon y, ahora, podemos repetirlo. Ni era indefinido, ni era para emprendedores. Denominaron emprendedores a empresas con más de 50 trabajadores que, por ejemplo en nuestra provincia, son el 96% del total. Y se llamó indefinido a un contrato con un período de prueba de un año. Período en el que, como sabemos, se puede despedir sin indemnización. Pasado el año, había un pack de bonificaciones. Pues ni así se ha usado. Sea por desconocimiento derivado de una continua acumulación de medidas, o sea, más bien, por esa cultura establecida a la que aludía antes y que ve en la palabra indefinido un sinónimo de peste. Lo bueno es que este contrato tenía un límite temporal, desapareciendo automáticamente cuando el paro baje al 15%. Ahora están en el 16,74% y, con la EPA que conoceremos a final de mes, quizás se baje ya de esa cifra. Eso es tener suerte. Decía Sun Tzu que la mejor victoria es la que se consigue sin luchar. Esta se logrará sin tener que recurrir al decreto ley que, como acabamos de ver con un tipo de subsidio, luego te lo declaran inconstitucional por no demostrar la urgente necesidad y ya tienes el lío.

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