Si hace año y medio nos hubieran dicho que un virus iba a demoler nuestra vida diaria no les creeríamos. Las primeras noticias llegaron desde China, donde se hablaba de un virus SARS-CoV-2, y ahora nos encontramos ante una epidemia mundial. Lo que inicialmente se consideró como algo similar a una gripe, ya lleva infectadas a más de 3,5 millones de personas en España, se ha cobrado la vida de más de 78.500 españoles y ha derrumbado nuestra economía.

¿Cómo afectará esta pandemia a nuestro sistema agroalimentario? Son tiempos de incertidumbres y hay que actuar para prepararnos para lo que viene. En el sector agroalimentario se han producido cambios en las costumbres y preferencias. Se ha disparado el interés por los alimentos que se perciben como sanos, alimentos que aumentan nuestras defensas y procedentes de la agricultura de proximidad. Junto a esto, el mayor porcentaje de dedicación al teletrabajo nos ha servido para volver a comer en casa, hemos vuelto a cocinar, y se ha disparado la comida a domicilio y la compra online de alimentos.

La biotecnología juega un papel importante en todos estos cambios. Sin biotecnología no se habrían desarrollado las vacunas o algunos de los tratamientos terapéuticos para el Covid-19. La biotecnología también participa en todo lo relacionado con la alimentación funcional frente al coronavirus, en la búsqueda de productos que mejoren el sistema inmunitario. Más aún, podrá participar en una nutrición personalizada, a medida, que se base en el estudio del genoma y del microbioma de cada persona. Finalmente, la biotecnología y esta pandemia también han actuado como aceleradores en el desarrollo de nuevos envases eficaces y sostenibles y en el desarrollo comercial de plásticos producidos por la propia naturaleza (plásticos producidos por bacterias).

Otro cambio provocado por la pandemia ha sido la búsqueda de nuevas localizaciones de proximidad para la producción. No existe homogeneidad global respecto al acceso a los productos y servicios y las grandes empresas han comprobado la dificultad de distribución cuando sus producciones están localizadas en lugares muy concretos. Si algo falla, se les cae el sistema. Esto nos hace reflexionar sobre el papel que ha llevado a cabo el sector agroalimentario, para que durante estos tiempos difíciles no faltara de nada. Se han ganado nuestra confianza, respeto y agradecimiento.