Estimados lectores, sean siempre bienvenidos y bien hallados a este Diario de Almería tras el día más pasional, San Valentín, para estar informados de forma fehaciente.

Tengo una percepción unamuniana. La semana pasada el nivel del rendimiento político en su labor de gestión y gobernanza, la podríamos calificar desde un hipotético servicio de vigilancia de la salud de "apto con restricciones graves" y a nivel académico "apto pero no evoluciona favorablemente", lo que en conclusión sería, que este país está caminando con determinadas acciones y omisiones institucionales al borde del precipicio social y económico, lo que conllevará, sí no existe un sentir de gobernar para todos los intereses generales, que la situación geopolítica asimétrica quiebre y la caída podría ser de órdago, entrando en un "coma" clínico.

Percibo una visión nada halagüeña del camino político emprendido por este quijotesco país : "Reveses europeos a Gibraltar", "Giro radical a la política española en Venezuela", "Andalucía pierde convergencia con España", "Previsiones alarmantes para Andalucía", "La igualdad no se puede negociar", " Una oposición débil, torpe y extrema", "El virus del Mobile o Coronavirus", "Derecho a la buena muerte eutanásica", "los atascos y accidentes con motivo del cierre de la carretera del Cañarete", "el AVE que solo lo sabe Ábalos cuándo llegará" y la situación grave, muy grave, gravísima en la que se encuentran nuestros agricultores, que puede dar lugar a la mayor crisis económica de España en los últimos cien años, nada comparable con la vivida con la caída financiera de la construcción.

Todo ello, entre el educativo pin parental y el grosero taller sexual, rematado con el tráiler peliculero con la visita de la "vicepresidenta" in pectore del país hermano de Venezuela, un caramelo envenenado para aliviarnos y dejarnos en cuidados paliativos como país ante la UE. Veremos a ver cómo se toma nuestro plurinacional gobierno la decisión de Estrasburgo que avala las devoluciones en caliente de los inmigrantes. ¡Nos echarán por desordenados!

En fin, sigamos entre cortinas de humo y palabrería hueca con el teatro libertino y carnal de la vida con los Carnavales entre comparsas, murgas y chirigotas, antes de adentrarnos en otro más divino, la Cuaresma, que nos pueda proporcionar espiritualmente unos minutos de misticismo, silencio y quietud para alcanzar la conversión en la autenticidad real de la vida y la esperanzadora y tranquilizadora muerte. Paz y Bien.