Doblemente escandaloso

¿Acaso creen que la población no está interesada en tener ese tipo de informaciones?

Estoy bastante confuso porque no sé por dónde tirar. Por una parte querría hacerme eco de los datos que, de un modo bastante silencioso, casi vergonzante, se han hecho públicos. Son uno datos demoledores tanto a nivel mundial como los que afectan a nuestro país. Demoledores no solo por los datos en sí mismos, sino sobre todo por la tendencia que manifiestan. Se trata del Informe sobre la Desigualdad Global. Aparece en ese informe que la desigualdad a nivel mundial, medida por la apropiación de la riqueza, es tan escandalosa como que el 10% de la población europea posee el 37% de la riqueza, o el 61% en los países de Oriente Medio. España, donde ese mismo porcentaje de la población posee el 57%, está más cerca de Oriente Medio que de nuestros vecinos europeos. Pero, siendo escandalosos estos datos, lo más grave es que la tendencia en los últimos tiempos de los que se tiene información muestra que la cosa no solo se va atenuando, sino que se agrava decenio a decenio. Todo esto es tremendo. Pero hay algo que me ha llamado más la atención: Ese informe no ha recibido la atención que se merecía. Solo unas notas escuetas a través de algún programa de radio, y en algún medio escrito de no muy alta difusión. Pero nada más. De hecho, cuando he intentado encontrar el informe me ha resultado francamente difícil y solo gracias al Director de este periódico he podido atar cabos suficientes para llegar a disponer tanto del informe completo, como lo referente a España en particular. Y a continuación, la inevitable pregunta: ¿Por qué? ¿Es que el informe, coordinado entre otros por Piketty, no ofrece suficientes garantías? ¿Por qué no ha tenido más eco que algún informe sobre el uso de los tacones de aguja en calles empedradas? ¿Acaso creen que la población no está interesada en tener ese tipo de informaciones? Porque si se unen estos datos con los ofrecidos sobre el nivel de los salarios, recientemente publicados en este mismo periódico, o con la cicatería que está rigiendo las conversaciones en torno al salario mínimo, o la resistencia de los empresarios a actualizar salarios, empresarios muchos de los cuales pertenecen a ese 10%, podría llegar el momento en que empezaran a exigirse otros modelos económicos, otros modelo de relaciones laborales y, en última instancia,otro tipo de políticas económicas que por el momento se muestran no ya insuficientes, sino, y eso es lo peor, contraproducentes a la hora de enfrentarse al problema.

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