Democracia municipal

Aquellos hombres y mujeres lo dieron todo para defender sus ideas y para que sus pueblos progresaran

El 3 de abril de 1979 fue martes. La prensa informaba aquel día del fracaso de una suscripción popular realizada en Córdoba para levantarle una estatua a Franco. En Galicia, se pedía que los funcionarios del Estado supieran hablar gallego. El Valladolid y el Burgos habían empatado en el partido de ida de la Copa y un profesor australiano, un tal E. R. Owen, vaticinaba que, a la vuelta de diez años, sería posible operar a los bebés antes de que nacieran.

En nuestros pueblos y ciudades abundaban las calles sin asfaltar. El suministro de agua potable no llegaba a todas las viviendas. Faltaba alumbrado público. Faltaban centros de salud y colegios.

Aquel 3 de abril de 1979 iba a ser una fecha histórica. Los españoles estaban llamados a votar en las primeras elecciones municipales de una Democracia que por entonces daba sus primeros pasos. Iba a ser una jornada emocionante y lo fue.

De aquel 1979 en el que los españoles estrenamos tantas cosas han pasado ya 40 años. Yo era un niño, como lo eran muchos de los lectores de esta columna. Otros, incluso, no habían nacido. El relato que hago de aquella época apasionante tiene, por lo tanto, mucho del recuerdo prestado por aquellos hombres y mujeres que protagonizaron aquellos primeros años de nuestra Democracia y a los que les debemos tanto.

Aquellos hombres y mujeres se la jugaron por defender sus ideas. Lo dieron todo para que sus pueblos y sus ciudades progresaran. Fueron valientes porque lo que estaba en juego era mejorar la vida de sus vecinos y vecinas.

Los tiempos han cambiado, pero la labor de los ayuntamientos sigue siendo igual de importante y la labor que realizaron aquellos hombres y mujeres la continúan hoy quienes, 40 años después, se presentan a estas elecciones municipales.

En unos tiempos en los que la actividad política está tan denostada, es necesario reivindicar su imprescindible papel para el progreso de las sociedades. Cuando la ciudadanía no actúa, lo hacen otros: los poderes económicos y las oligarquías. Por eso es tan importante que, en cada pueblo y ciudad, haya vecinos que den un paso adelante para trabajar desde los ayuntamientos y por eso es tan importante que el resto vayamos a votar. Por la salud de nuestra democracia, por respeto a quienes tanto han entregado para que podamos disfrutarla y porque en ello nos va nuestro futuro.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios