Si la Derecha creyera en Dios...

Es un esperpento cultural la torpeza con la que los mortales clasifican a la Derecha entre los creyentes y a la Izquierda como los ateos

Ya sabéis quienes me seguís, que esto de ser cristiano y de izquierdas es algo que llevo mucho mejor que la propia sociedad que me acoge. Sigue siendo esperpento cultural la torpeza con la que el común de los mortales clasifica a la Derecha entre los creyentes y a la Izquierda como los ateos. El discurso de la Izquierda anda mucho más despistado en esa línea de disparate intelectual aun que el de la Derecha. Se podría decir que la Derecha, ávida de ser "liberal", y creyendo que "el liberalismo la hace libre", se ha librado de esa vestimenta eclesial que la tradición le ha puesto (de forma en muchos casos merecida).

Pero la intelectualidad de oficio de la Izquierda habladora, más que estudiosa, se sigue sintiendo muy cómoda en esa clasificación tan reduccionista como estúpida y errática. Ese ser "de izquierdas en la Iglesia y beato en el Partido" nos ha dado a quienes participamos de ambas dimensiones, una resiliencia que nos ha permitido, y nos sigue permitiendo, saber estar a la distancia y con la paciencia de quien sabe que "el momento es ya, pero todavía no". En mi caso, que me gusta tanto un chiste para la vida como un ejemplo en las matemáticas, siempre lo he resuelto, para unos y para otros con un "y tú no te olvides que la Derecha de Dios es la Izquierda de los Hombres".

Y llegados a este punto en el que Luna, esa voluntaria de Cruz Roja que estrechó en su abrazo a un anónimo migrante (el periodismo de investigación y raza aún no nos ha traído el nombre del abrazado), ha sufrido una persecución en las redes que la ha llevado a cerrar perfiles, con el marco de fondo de una señora parlamentaria que retrata ese momento con un "apretándolo contra sus senos". Ha faltado que hubiesen llegado a afirmar la pederastia latente en ese otro compatriota que salvó al bebé invasor que rompía nuestras fronteras en un intento de desestabilizar a nuestro país y su integridad territorial. Claro que este caso, como no se trata de un voluntario de una ONG sino de un miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, hubiera sido un desatino.

Lennon, como tantos otros -cual matemático ante la pizarra-, creyó que basta con eliminar o añadir las hipótesis adecuadas para una buena tesis, imaginó ese "no religión" como solución a tanto mal. Quienes habéis sabido haceros cómplices de ese "no religión" en la Derecha, parecéis excusados del amor al prójimo, por España, claro.

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