Qué es lo que llama más la atención de los datos sobre paro registrado publicados la semana pasada? Efectivamente, el gasto en prestaciones por desempleo del mes de abril.(Los datos de paro son de mayo, los de la nómina de abril)

Hasta ahora el mes record en gasto por desempleo en la provincia era julio de 2010 con 50 millones. En abril fue de 63,42 millones (en toda España cerca de 5.000 millones). Recordemos que ha sido en abril y no en un mes de julio porque entonces a esa cuantía habría que sumar las procedentes del fin de la campaña agrícola. Por ello quizás sea más acertado comparar los datos con los del mismo mes del año pasado. Los 63,42 millones de esta ocasión con los 24 que se abonaron en abril de 2019.

Sin embargo, tras estas cifras hay grandes diferencias y son favorables a la situación actual. Dejemos una breve mención, por lo irónico que resulta, a que ese estar mejor se debe a la flexibilidad que se inició con las últimas reformas laborales. Ello no quita mérito ni al procedimiento ni a las prestaciones que se han estrenado en esta crisis. Es la primera vez que cuando hay trabajadores con contratos de trabajo suspendidos por un ERTE la empresa no cotiza por ellos.

Estamos mejor que entonces, pero no bien. No podemos estarlo cuando en abril, junto con los 72.160 parados -número que borra de golpe el descenso de 19.247 desempleados registrado entre noviembre de 2015 y marzo de 2020- encontramos aquellos que tienen sus contratos suspendidos, 22.982 en abril. Además, 19.000 autónomos percibían el cese de actividad, y permite hacernos una idea de lo que ha supuesto detener la producción de una provincia y de lo necesario que era disponer de medidas que amortiguaran la situación. La otra alternativa hubiera sido el cierre de empresa y un aumento del paro tan espectacular que nos devuelva, esta vez sí, a la situación de ese julio de 2010.

Lo delicado empieza ahora. Retirar demasiado pronto los ERTES podría conducir no hacia el empleo, sino hacia el paro. Hay unanimidad en esa percepción y parece garantizado que los ERTES por fuerza mayor continuarán más allá del 30 de junio. No es posible, entiendo, que el 1 de julio se reincorporen a su puesto de trabajo y con la misma jornada miles de trabajadores en la provincia. Mejor continuar y continuar con esa especie de bonus-malus, que premia con una mayor exención en las cuotas de la Seguridad Social sacar trabajadores del ERTE a jornada parcial que mantenerles con el contrato suspendido.

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