Desgarantía juvenil

Hay un ejemplo de que la teoría lo soporta todo pero la práctica es exigente

Ya está. En Andalucía cambiamos de Gobierno y en la calle (ese concepto abstracto que, ahora, sustituye a gente, y permite dar tu opinión como si fuera la de todos) se recibió con más indiferencia que expectación, con más curiosidad que manifestantes.

Cuan manifestante por escrito, les saludaré no con crítica, sino con prevención en materia de empleo. Es más fácil predicar que dar trigo. Resulta inaplazable una apuesta más decidida por la calidad del empleo. ¿Quién no ha escuchado esta expresión alguna vez? ¿Qué responsable político no lo incluye en sus programas o repite en cada comentario sobre la evolución del empleo? La cuestión está en convertir la necesidad en realidad. Hay un ejemplo de que la teoría lo soporta todo pero la práctica es exigente. Precisamente la primera medida impulsada por Ciudadanos convertida en ley que, recuerdo, se quedará con la Consejería de empleo. La ayuda económica de acompañamiento a jóvenes inscritos en el sistema nacional de garantía juvenil contratados en formación. Consiguieron se incluyese en la ley de presupuestos de Rajoy y Albert Rivera aseguró beneficiaría a 600.000 jóvenes completando el salario que pagaba la empresa. Recibirían 430€ durante 18 meses porque, según sus exactas palabras, hay jóvenes que trabajan y se forman y con su sueldo no llegan a fin de mes. Indiferente, eso si, al detalle de que si no llegan a fin de mes será porque el empresario no les paga un sueldo decente. Bien, entró en vigor con los presupuestos y de los 600.000 posibles beneficiarios nada se supo. Hasta el extremo de que el Gobierno, en un plis plas (es decir, por decreto-ley) se la ha cargado, sin que ni Rivera, al que le hacía tanta ilusión, lo haya lamentado. Perdonen la autocita, pero en esta misma columna en junio ya consideré absolutamente imaginativa esa cifra. No es solo que apenas hayan existido solicitudes, es que, además, resultaba que el trabajador con contrato en formación entre sueldo y ayuda ganaba más que el trabajador que tenía que tutelarle.

Eso te hace ser receloso con las previsiones y, oh casualidad, el programa electoral del PP para las elecciones andaluzas incluía esa misma rotunda cifra, 600.000, como empleos que serían capaces de generar si gobernaban la Junta. ¿Pusieron eso por impresionar pensando que no iban a ganar? Hay que tener cuidado con lo que prometes, que luego ganas. Empieza, no obstante, el futuro y el éxito del nuevo gobierno en el tema del empleo sería, también, el de la sociedad andaluza. Con cierto escepticismo, pues la tarea no es fácil, solo queda desear que lo consigan.

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