En el artículo del día 17 abordamos el gravísimo problema del despilfarro alimentario desde una perspectiva global; bajemos un escalón y veamos como se afronta a nivel europeo. En 2011 el Parlamento Europeo estableció su "Resolución sobre como evitar el desperdicio de alimentos: estrategias para mejorar la eficiencia de la cadena alimentaria en la UE" en cuyo punto 2 "pide al Consejo, a la Comisión, a los estados miembros y a los agentes de la cadena agroalimentaria que aborden urgentemente el problema del desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de producción y consumo", instando a la Comisión Europea a tomar medidas prácticas para reducir a la mitad el despilfarro alimentario para 2025 y, al mismo tiempo prevenir la generación de bioresiduos. Hace tres años la C.E evaluaba el despilfarro alimentario en 88 millones de toneladas anuales, con previsiones muy negativas ya que hasta 2020 prevé un incremento del 40%.El Tribunal de Cuentas Europeo (2016) dictó que "las medidas adoptadas hasta la fecha no han sido suficientes" y que "la estrategia contra el despilfarro habría de reforzarse o estar mejor coordinada".El ranking europeo del despilfarro en millones de toneladas de valor absoluto lo encabeza el Reino Unido (14,4) ocupando España el 7º lugar. Pero más significativo es el dato de kg/persona/año que encabeza destacada Holanda (541), seguida de Bélgica (345); España ocupa el puesto 17 casi empatada con Francia, lo que no está nada mal. Los porcentajes del despilfarro a lo largo de la cadena alimentaria son: 5% venta mayor y menor; 11% producción; 12% restauración; 19% procesamiento; 53% hogares. En 2015 se inició en la Universidad de Wageningen (Holanda) el Proyecto financiado de la UE Horizonte 2020 con el objetivo de reducir el despilfarro alimentario en toda la UE en un 30% para 2025, reducir el coste de la gestión de los residuos y maximizar el valor del desperdicio alimentario inevitable y del material de embalaje. Un equipo de 128 expertos de 12 países europeos y China deberá presentar sus propuestas a mediados de 2019. Se espera que en los próximos meses la CE apruebe medidas tan concretas como: exención del IVA a las donaciones de alimentos, supresión de la fecha de caducidad en muchos productos sustituyéndola por la de consumo preferente, que el Fondo de Ayuda Europea a los más necesitados financie costes de infraestructura de almacenamiento y transporte de alimentos donados.