A dos metros

Ricardo Alba

Desperdicios de talento

Abascal, en esto del cartel tú has tenido la última palabra. VOX ha expuesto sobre fondo verde el espíritu de su talante

En un telediario cualquiera asoman como llegados de otro universo centenares de eminentes cerebros españoles al frente de áreas fundamentales en hospitales, laboratorios, organizaciones, universidades y así de seguido, mayormente británicos y norteamericanos de Estados Unidos. Es una pena tanta abundancia de ciencia, de conocimiento, de contribución al desarrollo del futuro, que busca refugio en otros países al no encontrarlo aquí por mucho que diga el astronauta. Esto anterior no excluye el reconocimiento a los miles de excelentes científicos e intelectuales que, afortunadamente y pese a las trabas funcionariales y endogámicas en la carrera científica española, trabajan en España.

A este respecto, el catedrático José Manuel Torralba habla de la endogamia en la universidad española y en cualquier institución: empresas, organizaciones, centros, sindicatos, partidos políticos… "La endogamia", dice, "es un comportamiento natural en el ser humano. ¿Cómo no va a ser natural que queramos que alguien próximo a nosotros progrese, ascienda o sea contratado en la organización en la que trabajamos? Y si esa persona próxima es nuestro hijo o nuestra compañera… (aquí la endogamia se convierte en nepotismo), mejor que mejor". Eso es, mejor que mejor. Esta endogamia citada por Torralba es, en ocasiones, un atasco en el progreso de algunos talentos, caso de Irene Montero-ra-re que tan sólo ha podido cuadrar de ministra-tro-tre muy a su pesar de Igualdad dado el evidente desencaje de su discurso proletario-ia-ie con su cómodo bienestar. Provista de solvente formación e incuestionables méritos logrados en su trayectoria profesional civil, esta criatura-ro-re hubiera triunfado con clamoroso éxito en cualquiera otra esfera. Sin embargo, la endogamia política que apagó sus brillantes luces, no ha sido impedimento de un adecuado ensalzamiento como protagonista delirante de memes, memos y memas. Menos da una piedra, ¿o no?

Quizá esta pregunta habría de hacérsela al poseedor del talento creativo de VOX, el del cartel de los menas. (A la hora de juntar estas palabras ignoro si lo habrán retirado voluntaria u obligadamente). A veces, muchas veces, a los genios se les apagan los quinqués, derraman en un lienzo de adoquines su delirante odio racista. Abascal, en esto del cartel tú has tenido la última palabra. VOX ha expuesto sobre fondo verde el espíritu de su talante, además de falsear la realidad.

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