Damos por hecho que la lectura de prensa en formato papel, ese ejercicio que está realizando usted ahora mismo, está "más tocado que hundido". Que tiene los años contados, vamos, porque las ediciones on line e internet se está zampando todo el pastel. Además, y esto viene de antaño, hay tres días al año en que no se publican los periódicos diarios: el Sábado Santo, el día de Navidad y el día de Año Nuevo. Éstos últimos los tiene a la vuelta de la esquina hace una decena de días, lo que significa que las redacciones y los talleres permanecen cerrados. Con su rivalidad digital, son muchos los lectores que necesitan algo más que una pantalla luminosa poblada de letras como hormigas para enterarnos de lo que pasa. Mirando por el retrovisor, recuerdo cuando las redacciones eran "garitos" cargados de humo, que olían a tabaco y a coñac, la vocación de periodista se entendía de distinta manera a como hoy se conciben y se hizo popular entre el gremio aquella frase "para el pan como hermanos, para las noticias como gitanos". Ignoro si el hecho de escribir es por un potencial que se lleva dentro, o lo provoca desde fuera una circunstancia.

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