El medio y el ambiente

Dietas estúpidas

¡La de vueltas que hemos dado para llegar a donde estábamos, en vez de caminar hacia adelante!

Hace unos años fue el boom de Dunkan: médico francés autor de la dieta para humanos a base de proteinas, que lleva su nombre. Le costó la expulsión del Colegio de Médicos. Posteriormente surgieron los sabios que preconizan hacerle el boicot a las farmacéuticas a base de no vacunar a los niños. Craso error demostrado de la manera más dolorosa posible para algunos de esos niños. Y por si eso fuera poco, ahora llegan los que "pontifican" sobre la dieta BARF (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada, en castellano) para los perros.

Y en el fondo de todo subyace la afirmación de Einstein: "Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo".

Viene todo esto a cuento de un artículo que publicó el pasado día 5 SINC, agencia pública de ámbito estatal patrocinada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. En el mismo explican que la moda de la "comida natural" ha llegado a las mascotas en forma de la citada dieta BARF, basada en carne y vísceras crudas, y que estos pseudoexpertos consideran una alternativa más saludable y natural que otros productos convencionales, como galletas secas o preparados de carne cocida. Lo que no dicen estos sabios es que la revista Vet Record, alerta de la presencia de altos niveles de bacterias como Salmonella, Clostridium, Enterobacteriaceae y Campylobacter, peligrosas para perros y personas: especialmente niños, mayores y enfermos inmunodeprimidos. ¡Hala!, ahí lo llevas.

Un ejemplo: los resultados confirman que la célebre E. coli estaba presente en un tercio de las muestras.

Por lo tanto, el uso de la dieta BARF de por sí, "ya tiene su guasa", y por eso me resulta incomprensible que los analistas en vez de desaconsejarla, den recomendaciones para su mejor uso a los partidarios de la misma. Así, recomiendan almacenar y tratar adecuadamente estos alimentos crudos para perros debido a los riesgos potenciales para la salud que plantean. Y para muestra cito tres de las recomendaciones: 1.- Es necesario mantenerla separada de otros alimentos. 2.- Se debe manipular con utensilios de cocina diferentes o lavarlos bien después de cada uso. Y 3.- Mantener una buena higiene en todo momento y no dejar que los perros laman a sus dueños después de darles de comer. O sea, tantos cuidados especiales, tantos veterinarios trabajando en la mejora de piensos e higiene de mascotas, para luego volver a comprar una peseta de guifa, como hace 60 años.

¡La de vueltas que hemos dado para llegar a donde estábamos, en vez de caminar hacia adelante!.

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