Econ ese título conocemos una película española, donde interviene Hugo Silva, que narra una historia de boxeo donde hay perdedores y redimidos. Es un film que describe una tragedia que no deja de ser la gran tragedia humana. Por un lado están los dioses: personas con poder y carisma popular (boxeadores) . Y por otro están los perros: perdedores anónimos elegidos a posta para que los dioses ejerzan su autoridad sobre ellos y mantengan su poder (sparring). Lo importante es seguir siendo un dios a costa de los perros. Eso se logra amañando los combates. Este juego social lo podemos exportar a nuestros dramas, ya que abre el debate sobre la dignidad humana y eso nos lleva a la reflexión sobre nuestra sociedad aún estratificada. Todos somos perros de nuestros dioses. Y estos nos golpean tan sólo para seguir siendo lo que son. No les importa la razón ni la justicia. La verdad para ellos es una ficción perpormativa que cambia con frecuencia de polaridad. Hay dioses en todas las esferas: políticas, culturales, laborales, familiares y etc. Los dioses son personas que buscan o fabrican perros (perdedores) a posta para garantizar su lugar en el mundo. La mejor forma de mantener el poder es rodearse de fracasados. Pero a veces esto cambia. Tal como en esta película un perro indignado (sparring) puede sublevarse y devolver el golpe que su dios (boxeador) le ha dado. Entonces el perro se redime; recupera la dignidad y resuelve la tragedia del ser humano en su circunstancia. La redención es la clave del fracaso social. Todos necesitamos redimirnos de nuestros dioses. Alguna vez hemos fantaseado como el dios se convertía en perro y con eso nos hemos sentido reconfortados. Pero una proeza así no está al alcance de cualquiera; requiere de valor y la asunción de un elevado riesgo: pasar del fracaso a la invisibilidad, algo peor (la muerte en el. Ring). Podríamos decir que la redención tiene un precio que no todos están dispuestos a pagar. Por eso muchos perros deciden renunciar a ella y seguir indignados. ¿Quién está dispuesto a arriesgar lo poco que tiene? ¿Quién desea de verdad dejar de ser un perro? Querido lector suya es la elección. Esta hermenéutica cinematográfica es un cruce de caminos que nos lleva al dilema de la elección. Y como decía Sartre la elección nos hará libres. Saber elegir es la otra clave del debate sobre la dignidad humana: elegir bien.

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