El nuevo castigo de Rajoy a la provincia acaba de suceder y afecta a miles de familias que viven del campo, actividad altamente tecnificada y competitiva, que reclama constantes inversiones, algo que este presidente del Partido Popular no logra comprender. Asistimos al último agravio comparativo del Gobierno central a la hora de decidir qué cultivos y qué provincias podrán beneficiarse de una rebaja en el IRPF por circunstancias adversas durante la pasada campaña. Es una rebaja fiscal completamente injusta porque no se aplica igual a todos los agricultores afectados, sino solo a unos pocos. Rajoy, de manera arbitraria, deja fuera, sobre todo, a los productores de pimiento y de pepino, cultivos fundamentales en el Poniente almeriense, donde el 85% de los agricultores planta uno de estos productos. Pero, además, indigna que a los que sí se aplica la rebaja, ésta se ciña a un periodo de tiempo tan pequeño y en una cuantía que apenas cubrirá las pérdidas. Por eso, el PSOE va a promover distintas iniciativas en el Congreso de los Diputados y en el Senado para que el Gobierno explique por qué ha excluido de la rebaja fiscal a los productores de pimiento y pepino de Almería, mientras que, en el caso del pimiento, los de Granada sí podrán acogerse a ella. Queremos que se incluyan estas producciones en el decreto de rebaja y que se aumente el porcentaje de rebaja para los agricultores que sí han sido incluidos. El Gobierno del PP quiere hacer caja con los agricultores almerienses, dando la espalda a sus problemas y a sus reivindicaciones, y olvidando que en nuestra provincia hay municipios como El Ejido que se ha convertido en el mayor productor de pimiento de Andalucía. Rajoy sigue con su atribulada e injusta política, generando innecesarios agravios entre los agricultores de distintos territorios y desoyendo las peticiones que se hacen desde la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, administración competente en la evaluación de daños, que cuenta con técnicos sobre el terreno para hacerlo, mientras mantiene arrumbada la Mesa de Fiscalidad, que tendría que ser el instrumento para establecer una línea de interlocución entre los agricultores y el Gobierno. Es un ejemplo más de que el Gobierno de Rajoy funciona a golpe de capricho, pues sigue dejando a nuestra provincia aislada de las inversiones estatales y de los beneficios que graciosamente el PP brinda a otros territorios.