Doce años esperando la Casa del Mar

La rehabilitación fue inaugurada el pasado viernes por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno

La reciente puesta en servicio de la Casa del Mar como centro de referencia de salud pública en los barrios de Pescadería y La Chanca ha venido a retratar con claridad las diferencias entre el compromiso y la ineficacia. Entre el servicio público y la desidia permanente. La rehabilitación fue inaugurada el pasado viernes por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que quiso acompañar a los vecinos en un momento tan esperado como innecesaria e injustamente retrasado. Recordemos que la Casa del Mar cerró sus puertas en 2009 a instancias del gobierno de la Junta del PSOE para hacer una reforma, trasladando las consultas a un local alquilado en el Parque Nicolás Salmerón, generando así más incomodidad y gasto. En teoría iba a ser un cierre temporal, pero como tantas veces pasa cuando hablamos de la gestión socialista, lo temporal tiende a la perpetuidad. De hecho, tardaron siete años en iniciar las obras. Y como suele pasar también cuando gestionan los socialistas, -que no dudan en dar lecciones de eficacia cuando están en la oposición- hubo que rehacer el proyecto iniciado porque los pilares previstos no aguantaban. Así que a todos esos retrasos hubo que añadir otros cinco años de espera. Doce en total. Y del mismo modo que la política no puede ser una competición de méritos entre partidos, tampoco puede ser un permanente ejercicio de mentiras, incumplimientos y desidia. Este servicio comunitario, inaugurado ahora que el PP gobierna la Junta de Andalucía, debería haber entrado en servicio hace muchos años. Y aunque naturalmente estoy muy satisfecho con esta apertura, no debemos olvidar que este final feliz ha sido finalmente posible gracias a que el actual gobierno de la Junta sí se ha tomado en serio su compromiso con Almería y ha invertido y trabajado en lo que el ineficaz gobierno socialista fue incapaz de culminar. Igual que pasó con el hospital Materno Infantil y que en su día pasará también con la rehabilitación de la Casa Consistorial de la Plaza Vieja. Trabajar desde la política por transformar y mejorar la calidad de vida de todos los almerienses debe ser un objetivo del que no nos puede distraer la competición de méritos y la búsqueda de aplausos. Porque lo que importa es que la Casa del Mar dará servicio a más de 3.500 almerienses, con consultas de urgencias y una red de rastreadores COVID, entre otros servicios. Esa es la clave.

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