Educación y economía doméstica

Debemos criticar que las cadenas nacionales nada digan sobre la gratuidad de los libros de texto en Andalucía

Cuando llega septiembre se produce una serie de fenómenos que se repite año tras año. Me refiero, entre otras cosas, a la oferta de los más extraños fascículos y colecciones. Motos, coches, obras literarias y, por supuesto, cursos de inglés. Recuerdo que yo mismo, llevado por esa corriente en mis tiempos de docente, nominaba "fascículos" a los apuntes que distribuía entre los alumnos. Es la historia que se repite. Pero es que, además de estos fenómenos, los medios de comunicación emprenden una campaña informativa sin cuartel en torno al costo que significa para las familias la vuelta al colegio. Cientos de euros por alumno que debilitan el presupuesto familiar en el mes de septiembre. Es un agujero que se abre después de los gastos que han originado las vacaciones y que curiosamente no se nombran ni se cuantifican. Esta lluvia de noticias y la importancia que se les otorga, me llevan a un par de reflexiones. La primera, que cuando se resalta el sacrificio que significa para las familias puede dar a entender que se les exige algo superfluo como si la educación no fuera con ellas y tuvieran que soportar un gasto que no les corresponde. Nada más lejos de la realidad: los primeros responsables de la educación de los hijos son los padres, y si el Estado corre con casi todos los gastos es porque se persigue la igualdad de oportunidades. Y por otra, los números, como todas las estadísticas, son engañosos y se dan valores medios sin distinguir lo que es la educación pública de la privada, y las exigencias en uno y otro caso. Por otra parte, y en esto tengo que reivindicar la política educativa de Andalucía, nunca hacen referencia a que hay alguna Comunidad Autónoma, la nuestra, en la que los gastos se ven muy recortados porque los libros de texto en la primaria y en la secundaria obligatoria son gratuitos desde hace una decena de años. Aunque no se ha llegado a la gratuidad absoluta, debemos criticar que las cadenas nacionales nada digan ni en los titulares ni en el desarrollo de la noticia sobre esa gratuidad. ¿Por qué lo callan? ¿Por qué no se hace conscientes a todos españoles y a los andaluces que, frente a lo que ocurre en la mayoría de las comunidades autónomas se goza de una situación especial? Solo desde que en alguna otra comunidad se ha empezado a brindar la gratuidad de los libros de texto se hace referencia, y en letra pequeña, a esa circunstancia. Y no parece de recibo.

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