Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Elecciones en Andalucía

Teresa Rodríguez puede ser una dura competidora de Susana en las ideas, pero para las formas necesitará a Maillo

El próximo 2 de diciembre habrá elecciones al Parlamento de Andalucía, dando paso así a la XI legislatura, y las cuestiones políticas a nivel nacional, importantes y graves, parecen que convierten el debate andaluz en algo intrascendente. Dicen que la actual presidenta, Susana Díaz, candidata a la reelección, es la responsable de que la precampaña sea de baja intensidad ya que al que está gobernando le interesa que sea así. Por supuesto, ella lo niega y puede tener razón, pero es evidente que la oposición, a la vista de unas elecciones, si pretende sustituir al que gobierna, tiene que presentar los fallos y fracasos del Gobierno sin olvidar ninguno y asignarle una trascendencia para el bien común, superior a la realidad.

A Susana Díaz no le fue bien en su aventura madrileña cuando optó por competir con Pedro Sánchez para el máximo cargo del PSOE y sufrió una derrota inesperada y contundente, cuando además su contrincante, por sucesos anteriores, no estaba en su mejor momento. Es posible que lo atribuya a que a los andaluces, fuera de Andalucía, tenemos poca credibilidad para las cosas serias y mucha para las lúdicas.

En las elecciones convocadas, las encuestas le son todas favorables al PSOE liderado por la actual presidenta, aunque se descarta que consiga la mayoría absoluta que en otras elecciones consiguieron Escuredo y Chaves. Como no puede contar con Cs (ya que han dicho que no pactarán con el PSOE) y descartado también el PP, con el que ella no puede celebrar un pacto de gobierno, sólo le queda el pacto con Adelante Andalucía, nombre buscado a propósito para tapar en lo posible la sensibilidades comunistas de los tres partidos que integran esa coalición. Teresa Rodríguez puede ser una dura competidora de Susana en las ideas, pero para las formas necesitará la suavidad del segundo de la lista, que es Maillo, de IU. El candidato del PP, presidente regional del partido en Andalucía, lo es por razón de este cargo, como es lo habitual y para disminuirlo algunos comentaristas escriben que no hubiese sido el preferido por el actual presidente del PP. En cuanto a Juan Marín, se tiene la impresión de que su partido le premia manteniéndole como candidato, cuando por haber pactado con Susana en la anterior legislatura ha perdido bastante credibilidad y, además, anda escaso de lo que hoy le gusta a los votantes: la donosura, que se valora más que la solvencia intelectual. Si vuelve a ganar el PSOE, completará 40 años de gobierno, algo insólito en democracia.

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