Emoción artificial

Los robots emocionales pueden arrebatarnos lo que realmente nos hace humanos: las emociones

Al margen de la inteligencia artificial podría empezar a considerarse la posibilidad de la emoción artificial.

La sociedad industrial ha generado objetos con capacidad de movimiento que sustituyen a las mascotas y son capaces de mostrar emociones espejo.

A veces son acogedores artefactos que nos hablan y son capaces de reproducir ciertas expresiones para que nos encontremos mejor.

Las emociones no son reales, desde luego, pero si son una copia o manifestación de la emoción humana; y son capaces de hacer función espejo, confundiendo al propietario hasta el punto de generarle un estímulo emocional.

El escenario actual del posthumanismo, es el adecuado para el desarrollo de esta nueva industria: un espacio donde se está redefiniendo qué es lo humano o lo transhumano y donde está en quiebra el ideal del humanismo renacentista.

En este contexto hay que hacerse una serie de preguntas y aceptar la gravedad del momento presente.

¿Nos hemos planteado alguna vez que va a ocurrir cuando los robots, o análogos, sean capaces de expresar emociones?

El miedo a la inteligencia artificial no superará el que pueda generarse respecto a la emoción artificial.

Dejar en el terreno artificial la gestión de las emociones es extremadamente peligroso, ya que nos hace vulnerables.

Si ya resulta perturbadora la idea de que las máquinas sustituyan a las personas en el trabajo.

¿Qué va a suceder cuando estas puedan sentir lo mismo que las personas?, ¿cómo lo humano como tal, podrá mantener su identidad desde entonces?

¿Se convertirá en una caricatura en manos de estos robots emocionales?

La controversia está garantizada.

Sin la exclusividad de las emociones, de los sentimientos, ¿cómo va a mantener lo humano su identidad?

No es aceptable la escenificación de un futuro donde se necesite una máquina para sentir o un robot para amar.

Si eso ocurre la humanidad comenzará a extinguirse.

La dependencia que puede producirse con los robots será lo que definitivamente nos anule y convierta en seres catárticos, acabados.

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