La tapia del manicomio

Enel-Endesa

¡Honores a los que trincaron comisiones por cerrar esta brillante operación! Aznar fue contratado en 2006 por Endesa

Mi padre tiene un barco, ¡mecáchis en la mar! Que decía el niño repipi Cristobalito, uno de los personales de Tony Leblanc de cuando TVE pirulaba solo en blanco y negro. Esta es la exclamación que se nos ha ocurrido (para eso tenemos la edad que tenemos) cuando hemos contemplado el enorme barco que le están fabricando a Endesa en unos astilleros de Corea del Sur. Será el mayor barco metanero que se ha construido hasta la fecha y parece claro que servirá para que la empresa italiana se meta en el negocio del gas a toda máquina, ya que todos sus competidores -Iberdrola y Naturgy- ya lo tienen.

Cuando decimos que Endesa es italiana es porque su propietario es el gobierno italiano. Sí, el de Salvini y Di Maio. Y mirando más atrás, resulta que fue nuestro gran patriota, el ínclito José María Aznar, quien puso en manos de Enel nuestra empresa pública estrella que era Endesa. Nótese que Aznar, como buen "liberal" es un decido partidario de privatizar las empresas públicas. Y como Endesa era pública la puso en venta. La alemana E.On y la catalana Fecsa pujaron por ella. Ante la disyuntiva, el gobierno de Jose Mari pronunció, con el mismo énfasis que César al cruzar el Rubicón: "Antes alemana que catalana". No destripamos el final puesto que es lo que tenemos actualmente: entre la alemana y la catalana, al final se la llevó una italiana. Y hay que recalcar que Enel no es una empresa privada sino pública, con lo cual no privatizó nada, pero sí consiguió que una empresa pública española pasara a ser una empresa pública italiana. Algunas consecuencias: la peor fue que la matriz Enel le limpió a Endesa todas las empresas filiales que teníamos en Sudamérica; sólo con eso ingresó Enel mucho más de lo que le costó Endesa. Además, impuso en ésta una política de distribución de casi todo el beneficio en forma de dividendos. Dividendos bien jugosos que se van en un 80% a Italia, o sea, a las arcas del tándem MI5 y La Liga. Más negocio.

¡Loor a los patriotas españolísimos que consiguieron esta hazaña económica! ¡Honores a los que trincaron comisiones por cerrar esta brillante operación! Por cierto, el susodicho José María Aznar dejó la presidencia del Gobierno de España en 2004, y en 2006 fue contratado por Endesa (que ya pertenecía a Enel) como asesor para asuntos de Sudamérica (recuerden, donde Enel se ha hecho con todo el negocio de Endesa), cobrando sólo 200.000 euros al año. ¿Fin?

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