Equidistancia la tuya

Llamáis equidistantes a todos aquellos que tienen una voz y un pensamiento propio

Llaman equidistantes a todos aquellos que no quieren tomar partido, ni de un frente ni de otro. Llaman equidistantes a todos aquellos que no quieren seguir emprendiendo vuestras guerras, ni de un lado, ni de otro. Que no apoyan a una ni otra parte, porque saben que estáis todos de igual de corrompidos, hasta el último resquicio del tuétano de vuestros huesos. Unos y otros. Porque queréis al final la destrucción de la sociedad. Porque deseáis que volvamos a matarnos hermanos contra hermanos. Ustedes, vosotros, que llamáis equidistantes a todos aquellos que no nos vemos representados por unos ni por otros. No queremos tomar partido. No queremos tomar posición en ninguna de vuestras luchas. Porque nosotros no hemos sido los que hemos emprendido ningún tipo de guerra. Existe una tercera España que yace enterrada en las cunetas y otra tercera España a la que intentáis enterrar una vez más junto con ella. Porque seguís alimentando los dos bloques: los buenos y los malos, los rojos y los azules, los verdes y los morados, los negros y los blancos. Vosotros, que creéis que tenéis la competencia moral por encima de todo, que sois capaces de creer que podéis decidir los designios de un mundo que mengua, un mundo que es arrasado por el propio ser humano. Vosotros, que sois los que creéis que podéis decidir qué tienen que pensar los hijos de, los hijos del pueblo, los hijos de los obreros, los hijos de las familias humildes, los hijos de. Vosotros, que llamáis equidistantes a todos aquellos que no quieren tomar partido en vuestras luchas, porque no queremos mancharnos con vuestras sucias manos.

Llamáis equidistantes a todos aquellos que no piensan igual que ustedes. Queréis cargar contra nosotros un pecado, el remordimiento de vuestros actos, la pesadumbre de creernos que somos culpables de algo que no hemos cometido, de algo que nosotros no queremos hacer, de algo que os pertenece y que sois vosotros los que tenéis que cargar con vuestra postrimería a rastras. No, nosotros.

Llamáis equidistantes a todos aquellos que tienen una voz y un pensamiento propio. No vaya a ser que piense por sí mismo, sin seguir las consignas de aquellos que nos someten y nos amedrentan, por el mero hecho de vivir y de pensar.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios