La Resistencia

Luz Belinda Rodríguez

Parlamentaria andaluza por Almería

La España de los balcones

Confía en la tienda de tu barrio. Entiende que es la estabilidad de una familia. La comida de una casa

La España de los balcones tiene que llegar a la calle, a los comercios tradicionales, al día a día de nuestras compras. Tenemos que apostar por el producto y servicio local. Todos conocemos personas emprendedoras que se están viendo obligados a cesar en su actividad. Sus ilusiones, su esfuerzo, sus jornadas maratonianas y el futuro de sus familias, tambaleando por una situación que no sabemos ni cómo ni cuándo acabará. La desesperación de no tener un horizonte claro es una losa constante sobre muchos de nuestros vecinos. Tristemente, y como muchos sospechábamos, desde las altas instancias se responde tarde y mal. Y ayudar al principal motor de nuestra economía no parece ser su prioridad, como es conocida costumbre. Aún así, y al igual que en otros aspectos de esta desagradable situación, los españoles volvemos a demostrar de la pasta que estamos hechos.

Este contexto está siendo la mejor prueba de que formar comunidad es la mejor opción que tenemos. Fortalecer nuestros círculos más cercanos ayuda a la prosperidad del país desde la base, favoreciéndose así la estabilidad de las familias. Nuestros vecindarios, nuestros barrios, nuestros pueblos y ciudades, están repletos de pequeños comercios que nos necesitan. Son nuestros amigos y vecinos los que un día creyeron en sí mismos y levantaron la persiana: ahora nos toca a nosotros demostrarles que no tienen que bajarla, porque estamos aquí. Porque estamos con ellos.

Confía en la tienda de tu barrio. Entiende que es la estabilidad de una familia. La comida de una casa. Los estudios de los hijos. La cancelación de deudas contraídas para poder formar un hogar. Detrás de ese mostrador hay fiestas de cumpleaños retrasadas porque mamá o papá tenían que trabajar, graduaciones vistas en vídeo, eventos familiares donde una silla quedó vacía: detrás de ese mostrador hay tiempo invertido, y eso es lo único que no se puede comprar en sus estanterías.

Únete a iniciativas que ya existen mediante las cuáles, aprovechando las nuevas tecnologías, nuestras tiendas de toda la vida se coordinan con los clientes para las compras y las entregas a domicilio. No dejes que esta situación hunda a nuestros valientes, y propicia que el dinero de los españoles se quede en el lugar donde es más útil: en el bolsillo de quien lo gana. Como he dicho otras veces, sólo así se crea riqueza. En la acción individual está el futuro de la colectividad.

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