Estación capital

Los almerienses no queremos más que nadie, pero tampoco menos de lo que otros tienen

El hecho de que el Ejecutivo de Rajoy nos prometa, pasados seis años, un AVE de tercera categoría y de vía única, que llegará, con suerte, para 2013, ha sido un duro golpe a las ilusiones de progreso de la sociedad almeriense. La Mesa del Ferrocarril, de la que el PSOE forma parte, sigue denunciando que estamos sin conexión con Murcia, ni con Málaga, ni con Barcelona, sin tren hotel con Madrid, sin cercanías, sin material rodante de última generación, sin electrificación, ni mejoras del trazado, sin conexión con el Puerto, sin lugar de carga y descarga de mercancías, sin transporte para la piedra de la Comarca de Macael, ni para los productos hortofrutícolas, sin AVE, sin Euromed, sin wifi y sin muchos servicios más de los que sí disponen otras provincias. Y, además, ahora, el PP ha decidido dejarnos sin estación y trasladarla a Huércal de Almería, sin fecha de regreso y sin posibilidad de realizar intermodalidad, pues las estaciones de tren y de autobús estarán a varios kilómetros, olvidando que Almería es capital de provincia. Desde el PSOE hemos planteado alternativas viables para paliar la situación en la que el PP nos ha colocado. A la moción aprobada en el Ayuntamiento de Almería en diciembre pasado, con el más que significativo voto en contra del alcalde y sus concejales, se suma la que yo mismo he defendido en el Senado esta semana, aprobada por unanimidad. El PSOE jamás va a renunciar al Corredor Mediterráneo, pero mientras tanto, el Gobierno de Rajoy podría aplicar algunas mejoras, agilizando la instalación en Granada del intercambiador de ancho, lo que permitiría viajar en tren hasta Madrid, utilizando la línea de AVE Granada-Antequera y reducir así el viaje en una hora, evitando transbordos. Además, hay que suprimir las desfasadas limitaciones de velocidad de los trenes entre Almería-Madrid, pues hay lugares donde deben circular a 30 kilómetros por hora, cuando no existe recomendación técnica que lo justifique. Y eso no cuesta dinero. Ocurre lo mismo con los horarios, pues a veces hay que esperar a que pasen otros trenes, cuando sería muy sencillo reajustarlos para reducir esperas, propuesta que tampoco implica gasto económico. Los almerienses no queremos más que nadie, pero tampoco menos de lo que otros tienen, y desde que gobierna el PP, nuestras comunicaciones, lejos de mejorar, han ido dando pasos atrás hasta llegar a una situación insoportable.

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