El Ayuntamiento de la capital ha iniciado una campaña de estímulo de las compras en el centro de la ciudad mediante conciertos en distintas calles estratégicas. Uno de estos viernes será el Viernes Negro, pero como en Almería ese viernes dura diez días, habrá que programar algo especial para que las compras, no ya se estimulen sino que se disparen. Ese era, al fin y al cabo, el motivo de la creación del "Black Friday" en Estados Unidos: convertir los números rojos de los comercios en números negros. Así que, para cubrir esos diez días de nuestra versión del viernes negro, habrá que expandir también el programa de festejos que acompañen el deambular de los compradores y estimulen su propensión a gastar. Para echarles una mano a los programadores municipales y demás productores, nos permitimos sugerirles algunas propuestas basadas en nuestra amplia experiencia festera, para que contribuyan al bienestar común que, como todo el mundo sabe, se basa en comprar y consumir sin freno, sin pudor y sin recato.

Una parte importante de la programación debe seguir basada en la música. A las charangas y pasacalles habituales hay que añadir actuaciones de más enjundia y tronío. Por ejemplo, traer a Pink Floyd para que toque su famosísima canción "Money", que estimula el gasto; en traducción aproximada dice: "El dinero vuela: coche nuevo, caviar, días locos… voy a comprarme un equipo de fútbol" (¡fueron precursores de la invasión de los jeques futboleros!). Aparte de música, se podrían también programar teatro. Por ejemplo, "El Avaro", de Molière, que muestra lo malo que es meter el dinero en un hoyo en vez de gastarlo como dios manda. Para que quede bien en la calle debe ser una versión con mucha parafernalia, para lo que sería ideal La Fura dels Baus. Y ya en plan selecto, tradicional y emocionante, se podría reverdecer una antigua tradición que contaba Fernando el de Triana en su libro "Arte y artistas andaluces" (1935): "En esa simpática capital (Almería), se celebra todos los años la fiesta del fandango (…) En el centro del Paseo de Príncipe se levanta un pequeño escenario en que toman posesión varios cantadores y guitarristas (…) a la voz de un cantador he visto yo bailar más de cien parejas en el hermoso paseo." Sería ideal que los cantadores fueran Miguel Poveda y Ainhoa Arteta, acompañados por Tomatito y la Filarmónica de Berlín. Una vez puestos…

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