Extrema derecha

El posicionamiento político se ha convertido en arma descalificatoria o en instrumento de confusiónCada uno cuenta la película según la ve. O quizá más claro: según quiere que la vean los demás

El posicionamiento político se ha convertido en arma descalificatoria o en instrumento de confusión para que no se sepa la verdad o se desfigure intencionadamente. Para que se forme juicio la opinión pública de las frases que machaconamente se escuchan o leen. ¿Qué es esto de la extrema derecha o de la ultraderecha?

Sin ánimo de trivializar, en el Apocalipsis de san Juan se lee que a la derecha del Tribunal del Altísimo estaba el Libro de los Siete Sellos donde aparecían los marcados por el sello de Dios y a la izquierda los que no dejaban de adorar a los ídolos. En el plano político, se dice, que en la Asamblea Constituyente francesa a la derecha del Presidente se sentaban los partidarios emparentados con el Antiguo Régimen y a la izquierda los que representaban la Revolución.

Es obvio que el pluralismo político actual no está polarizado en dos clarificadoras posiciones, pero rechazo, sin duda alguna, que esta dispersión de ideas se conviertan por un lado y otro en radicalizaciones de las actitudes que nada bien hace ni al país, ni a Europa, ni a la humanidad. El término derecha símbolo expresivo de una condición ante la vida, es una actitud reflexiva que una persona o un sector de la sociedad adopta ante los problemas de su tiempo, sin necesidad de explicarla con razones o explicitaciones. Es la adhesión racional y volitiva a un bloque de ideas y a un abanico de actitudes que responden al Humanismo de inspiración cristiana; a la prevalencia de la persona sobre el grupo; a la defensa de los sentires democráticos de la Constitución Española en cuanto a España como comunidad nacional; a la defensa y fomento de la unidad familiar como cimiento de la libertad y el respeto de determinadas formas fundamentales de convivencia; de promoción de la libre iniciativa de las personas como motor de vida económica; del reconocimiento de los padres a elegir el modelo de educación que quieren dar a sus hijos; y, finalmente, de reivindicación de una fe en el progreso, incompatible con ningún género de atavismos o inmovilismos.

Este es el cuadro ideológico e institucional de la derecha sociológica, aunque lo importante no es el adjetivo posicionamiento ni la topografía política, sino el sustantivo, el ideario, diferenciándose claramente de lo que es una derecha de los valores de otra derecha de los intereses, esta última pone su acento en la promoción de sus patrimonios.

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