Utopías posibles

Feliz 1921

El profesorado debe actuar sobre todo como guía, preparando ambientes propicios para el aprendizaje

Ya teníamos ganas de que llegara 1921. La pandemia de los dos últimos años ha sido terrible. Lógicamente, durante este tiempo era imposible pensar en reformar la escuela, porque había una prioridad mucho más importante: sobrevivir. Sin embargo, ahora que vemos la luz al final del túnel, es el momento de lanzarse de lleno al necesario debate sobre la escuela que queremos.

Ya han pasado 12 años desde que Ferrer y Guardia publicara su gran obra, "La escuela moderna", donde propone una escuela basada en la experimentación, el trabajo en el medio, la apertura a la comunidad, una escuela laica que actúa como referente cultural de las familias y personas del entorno. También han pasado ya 11 años desde que María Montessori escribiera su obra, "El método de la pedagogía Montessori", donde defiende que la exploración y el trabajo autónomo del alumnado, son la base del aprendizaje.

El profesorado debe actuar sobre todo como guía, preparando ambientes propicios para el aprendizaje. Por otra parte, un profesor estadounidense, John Dewey, publicó hace 5 años "Democracia y educación". La mejor manera de profundizar en el significado de la democracia, afirma este autor, es hacerlo desde la escuela, que debe estar principalmente para formar ciudadanas y ciudadanos con conciencia social. Utilizando solo las necesidades, intereses y realidades que rodean al alumnado, se pueden conseguir todo tipo de aprendizajes, de manera relevante. No podemos permitirnos dejar pasar tantos años cuando se trata de aportaciones tan importantes como estas.

El año pasado un jovencísimo maestro francés, Celestín Freinet, empezó a trabajar en una pequeña escuela en Bar-sur-Lop. Dice que quiere trabajar con una pequeña imprenta en el aula, donde el alumnado publique sus propios escritos… y nos acabamos de enterar de que este mismo año 1921 empezará a trabajar otro joven, Lev Vygotski, en el Instituto Pedagógico de Rusia. Pretende estudiar cómo aprenden los niños y niñas y especialmente cómo adquieren el lenguaje. Permaneceremos atentos a los descubrimientos y avances de ambos. Los integraremos cuanto antes en la escuela.

No me puedo ni imaginar cómo será la educación dentro de cien años, si se sigue progresando a este ritmo, junto a los avances tecnológicos. No tendrá nada que ver con la que existía hasta ahora… aunque, la verdad, los cambios en educación siempre son "un pelín" lentos. Feliz 2021.

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