El callejón del gato

Franquistas

Que haya nostálgicos del franquismo no es extraño, de la misma manera que los hay del fascismo o nazismo

U N buen amigo de Facebook, uno de esos que conoces en persona, puso en su página que iba a borrar a todos aquellos que se mostraran defensores fervorosos del franquismo o se pasaran de rosca profiriendo barbaridades contra los políticos contrarios a su ideología. Igual que este amigo, yo también tropiezo con mensajes que no tienen desperdicio a la hora de defender la figura de Franco y los cuarenta años de dictadura, o maldiciendo a todo aquel que no comulga con sus ideas. Suelen ser sujetos que no utilizan una crítica razonada para descalificar al adversario, ni aportan puntos de vista que contrarresten aquello con lo que no están de acuerdo. A falta de una mínima capacidad de análisis, van a degüello y se limitan a proferir insultos malsonantes sin ningún fundamento. Estuve a punto de seguir el ejemplo de mi amigo David García, que así se llama quien me hizo cavilar sobre la cuestión, y cortar por lo sano con esas "amistades" para no soportar semejantes sandeces pero, pensándolo mejor, no lo hice porque me pareció que no era malo conocer el aire que se respira en las redes, y algunos de los amigos virtuales que tuve a bien aceptar en mi muro, me ilustran de cómo está el panorama. Que haya nostálgicos del franquismo no es extraño, de la misma manera que los hay del fascismo en Italia o del nacionalsocialismo en Alemania, pero lo cierto es que en España permanecían ocultos y se han despertado del letargo. Facebook es una ventana a la que se asoman con frecuencia pero no la única. En los últimos tiempos el franquismo se está visualizando como no lo había hecho hasta ahora desde que se instaló la democracia. Militares que permanecieron callados mientras estuvieron en activo, jubilados se lanzan con un manifiesto ensalzando al dictador; la fundación Francisco Franco, cuya existencia legítima es incomprensible, adquiere más protagonismo que nunca; y hasta voces sueltas aparecen en las pantallas de televisión alabando a Franco tergiversando la historia. Estas mismas voces son las que, haciendo uso de la libertad de expresión que les otorga la democracia que detestan, arremeten en Facebook contra quienes consideran su adversario de la siguiente manera (copio literal): ¿Estás de acuerdo para que a PEDRO SÁNCHEZ se le arrojen heces, cal viva, y ácido, y que no tenga amparo de nadie? Y mi amiga virtual hace el siguiente comentario: Sí estoy de Acuerdo y también que se tire un cohete que se lo lleve al planeta Plutón.

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