La tapia con sifón

Frutos rojos y brotes verdes

Las fresas y cerezas de Abla, Abrucena y Fiñana- llevan varios años alegrándonos la primavera

Como llevamos una semana de reapertura hostelera, el sufrido lector de esta columna estará esperando con impaciencia brotes verdes, o sea, noticias y comentarios sobre bares y restaurantes. Siento que tengan que esperar un poco más, porque en mi reducido campo de acción de un kilómetro no hay nada que reseñar. Mis abrevaderos favoritos en ese círculo de mil metros de radio siguen cerrados. Solo hay una novedad interesante, pero es para dentro de varias semanas. Se trata del nuevo local de la Taberna Añorga, que ha dejado la Plaza Vieja para instalarse en la recoleta plaza de Urrutia, junto a la iglesia de San Pedro. Es un local amplio, con muchas posibilidades que me consta que Joseba está preparando con espacios diferentes e interesantes. Ya estaba en obras cuando llegó el cerrojazo, pero los trabajos se han ralentizado y la apertura prevista para mayo será, probablemente, en junio. Mientras tanto, lo que cabe esperar, tirando de optimismo, es que el grueso del sector haya reflexionado en estas semanas de clausura y vuelva con nuevas ideas, aceites limpios, productos frescos de temporada, tapas y platos ricos y saludables, en fin, que se hayan decidido al cambio que se esperaba con lo de la capitalidad gastronómica de 2019. La parte pesimista piensa, por el contrario, que perro viejo no aprende gracias nuevas y que los problemas económicos se intentarán paliar con rebajas de costes en vez de con imaginación y calidad.

Así que nuestra atención sigue básicamente centrada en productos que inician su temporada. Las fresas y cerezas de esa punta de Sierra Nevada que penetra en la provincia de Almería -Abla, Abrucena y Fiñana- llevan varios años alegrándonos la primavera. Las fresas son ecológicas, de tamaño pequeño y de un dulzor superior. Las cerezas han comenzado ya su temporada habitual a primeros de mes y en junio llegarán las variedades más tardías. Todavía no he visto las gordas y jugosas "corazón de cabrito" que ya deben estar al caer; son bastante más caras pero de vez en cuando hay que darse un capricho. Hay también algunas empresas de la comarca que están cultivando otros frutos rojos como moras, arándanos y frambuesas. Todo un lujo para nuestra despensa, con numerosas propiedades salutíferas y con sabores superiores a los que vienen de muy lejos, cultivadas con menos mimo y con muchas horas de cámara frigorífica en sus carnes.

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