Con Garzón, Razón 2- Pedagogía 0

Preparar a tu interlocutor para un diálogo fructífero es una tarea irrenunciable, ministro

Yendo, como vamos, casi desnudos por la vida -un lugar habitable pero donde nunca encontraremos seguridades-, es curioso que rasgarse las vestiduras sea uno de los deportes nacionales favoritos. Así estamos: con la piel ya hecha girones, pues no es sobre lo que nos cubre donde rasgamos con ímpetu cainita, sino que es sobre nuestra inocente epidermis donde descargamos todas las tensiones que no somos capaces de gestionar de otro modo. Una epidermis, la social, que como en tantos casos, se ubica en el cuerpo del otro distinto, nunca en el que habita nuestra conciencia.

El Ministro de Consumo "ha vuelto a hablar". El entrecomillado no refiere sino a que es la segunda vez que los medios de comunicación se le lanzan a su yugular tras unas declaraciones de una gran trascendencia social, que no han sentado bien a un amplio sector de negocio. A principios de la pandemia, cuando se vio llegar una terrible crisis para el sector turístico por la ausencia de turistas, y el consiguiente paro en el sector, entonces fue por decir que se trataba de "un sector sin valor añadido". Ahora, por decir que "la calidad de la carne en las macro granjas no es el de la ganadería extensiva tradicional". Expertas ya en virología y vulcanología, hordas mediáticas se han graduado ahora en Economía del Turismo y Consumo para examinar al ministro. Una de las conclusiones de esta "comisión de expertos" ha sido que ¿por qué ha de hablar el ministro de consumo de ganadería? Sin duda, pensarán que la base estará en que la carne no se consume, se negocia. Hay que tener valor, y el ministro Garzón lo está teniendo, para dirigirse al sector, pero falta pedagogía.

Sobre todo, porque el ministro cuenta con una legislación estatal y comunitaria que permiten esas prácticas, aunque van menos. Empieza a haber legislación estatal y en algunas CCAA contrarias a las macro granjas. Y es que, ministro, lo importante no es tener razón sino compartir un consenso: y nuestra sociedad no está preparada para muchas cosas. Preparar a tu interlocutor para un diálogo que o bien sea fructífero o esté condenado a envenenar el cotidiano de nuestras vidas es una tarea irrenunciable, ministro.

Cuidado con tomar las decisiones estratégicas sobre modelos de riqueza inmediata no sea que ahora a todos nos diera por ir cada en familia a por la parejita, por lo de que prostitución y drogas son grandes nichos de negocio. Al tiempo.

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