La tapia con sifón

Gastrobar en el DLE

De Estado Puro fueron la hamburguesa en mini-brioche o el sándwich de foie con mermelada y pan de miel

Dice el nuevo Diccionario de la Lengua Española: "Gastrobar. Bar o restaurante que ofrece tapas y raciones de alta cocina". La Academia acaba de añadir gastrobar, junto con otras 2.556 palabras nuevas, nas muy recientes como Covid, emoticono o trol y otras para las que ha seguido su prudente norma de esperar un tiempo a ver si una palabra nueva se consolida entre los hablantes. En el caso de gastrobar la espera ha sido de doce años y llega tarde. Un poco de historia: en los años previos a la crisis de 2008 se habían desmadrado los precios en muchos sectores. En la alta restauración, las materias primas excelentes, el servicio de alto nivel, el diseño y el equipamiento, acarrean altos precios, impropios para épocas de crisis. Y ciertos restaurantes de primera línea se inventaron los gastrobares, donde aplicaban, como dice el DEL, técnicas y modos de alta cocina a materias primas económicas (no bajando calidad, sino cambiando caviar, solomillo o trufa por casquería, verduras o huevos. Abren locales sencillos adjuntos a sus restaurantes "estrellados": el primero fue Paco Roncero con Estado Puro, un bar adjunto a su restaurante del Casino de Madrid (2 *). Otros pioneros fueron Aris Bar, en El Chaflán de Juan Pablo Felipe (1*) o Dani García con sus "Tapas y Tintos" en los Meliá. La fórmula se extendió entre los cocineros de élite. En Almería, La Costa (1*) empezó a ofrecer gastrotapas en su mesón (hoy "La Barra de José Álvarez). Se trataba, repito, de tapas tradicionales con técnicas de alta cocina y productos de calidad. De Estado Puro fueron la hamburguesa en mini-brioche o el sándwich de foie con mermelada y pan de miel. De Dani recuerdo ajoblanco con granizado de vino tinto, la ensaladilla rusa con mahonesa de salmón y eneldo o el flamenquín con setas. De La Costa: tarrina de boquerones marinados y verdura asada o las manitas rellenas de verduras (un plato estrella de Pedro Berrogui). Luego vino la inflación y se abusó del nombre sin que la cocina estuviera a una altura mínima de calidad. Comparen la hamburguesa de Roncero (o la de Joseba Añorga en Almería) con esas cosas llamadas "hamburguesitas de buey". Así que la definición de gastrobar en el DLE debería decir "arcaísmo" y añadir una definición actual: bar sin cocina, con tapas de 5ª gama y nombres rimbombantes. El papel lo aguanta todo. Y muchos clientes también.

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