Gaudeamus igitur

En realidad se titulaba "De brevitate vitae" y se cantó en universidades alemanas a mediados del siglo XVIII

Los sones del "Gaudeamus igitur" (Alegrémonos pues) constituye la seña más distintiva de los comienzos de cada curso académico en las universidades europeas. Este himno jocoso y casi tabernario en su letra, pese a la solemne musicalidad que le acompaña, escenifica como pocos el desenfado propio de los estudiantes.

La letra es de autor anónimo, aunque poco académica, la mayoría de las universidades europeas la suelen tomar como himno propio, entonándola en las grandes solemnidades; no obstante, muchos coros interpretan solamente algunas estrofas pues algunas otras no son políticamente correctas:

Alegrémonos pues / mientras seamos jóvenes. Tras la divertida juventud, / tras la incómoda vejez, / nos recibirá la tierra.

En realidad se titulaba "De brevitate vitae" (Sobre la brevedad de la vida) y se cantó inicialmente en universidades alemanas a mediados del siglo XVIII. La magestuosa partitura es obra de Johannes Brahms (1833-1897) que hizo una estupenda versión sinfónica en su "Obertura para una fiesta académica".

En 1879, contaba ya Brahms 46 años y gozaba en Viena de una sólida reputación, aunque también era conocido por su carácter gruñón y sarcástico. La Facultad de Filosofía de la Universidad de Breslau lo nombró Doctor "Honoris causa".

Debo de aclarar que entonces era Breslau una ciudad alemana, cuya universidad gozaba de gran prestigio. Hoy es polaca, se llama Wroclaw y aún conserva su vieja tradición académica.

La distinción alegró mucho al compositor, que en agradecimiento decidió componer la "Obertura para un festival académico" Op.80, para dicho acto de investidura.

Según sus propias palabras, quería que fuese una obra festiva y cordial. Como rotundo remate final, suena el "Gaudeamus igitur", un himno, en latín, de los estudiantes medievales, que no puedo dejar sino de recomendarles, por su brillantez y hermosura.

Si nos atenemos a la actualidad, no hay muchos motivos de jolgorio este recién iniciado curso académico 2020-21, ante la tesitura por la que está atravesando la sociedad española, no solo sanitario, sino en cualquier orden de la vida cotidiana, y el estudiantil, por desgracia, no se iba a librar de ello.

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