Género y protección por paro

Las mujeres tienen más difícil acceder a un empleo que les permita acumular días para una prestación contributiva

Llevamos ya tres meses sin cambios en la normativa sobre protección por desempleo. Hemos pasado los últimos diez años modificando el tema casi cada quince días. Fuimos como un muelle, estirando y encogiendo. A la fase recorte, ha seguido ahora la fase deshacer el recorte, aprovechando que ha mejorado el empleo. Ya somos más trabajando. ¿Supone eso un ahorro en la factura del desempleo? En absoluto. Más personas trabajando implica más personas cobrando. Nada extraño hay en ello. Se crea empleo pero mucho es temporal. Los trabajadores acumulan períodos trabajados, generando derecho a desempleo y alternando cobrar el paro y trabajar.

Esa mejoría del empleo que se iba trasladando a un mayor número de parados protegidos llevaba su evolución, digamos, natural. En julio de 2017 el 71% de los parados almerienses cobraba alguna protección, al año siguiente eran el 75%. El salto de este año hasta el 83% se explica por esa mejoría y, también, por la recuperación a mediados de marzo del subsidio para los mayores de 52 años. ¿Es una buena noticia? Pues bueno, lo es que una persona sin empleo tenga protección. La parte B es que ello nos revela la crudeza del paro de larga duración y como afecta a los mayores.

¿Hay diferencias entre hombres y mujeres a la hora de cobrar el paro? En principio hay más mujeres que hombres cobrando el paro, pero eso no es decir mucho pues también hay más paradas que parados. Aquí se hace necesario un matiz. Julio que es el último mes del que tenemos estadísticas es el momento en que el paro femenino alcanza su mayor nivel en la provincia. Si mirásemos diciembre diríamos que hay mucha igualdad. Y si observamos ambos meses que hay un dominio de la estacionalidad y que tus posibilidades de estar parado dependen del mes y el género.

Pues bien, la recuperación del subsidio de mayores ha elevado el porcentaje de parados protegidos por desempleo hasta el 91% en la provincia, diez puntos más que hace un año. Mientas que las paradas protegidas suponen el 77% del total. Y así, vemos que las mujeres son mayoría en el subsidio hasta justo esa edad, 52 años. Es decir, tienen más difícil acceder a un empleo que le permita acumular días para una prestación contributiva, pero en el subsidio de mayores que llega hasta la jubilación, los hombres que lo cobran duplican a las mujeres, que nos habla de que el acceso de la mujer al mercado laboral es un fenómeno relativamente más reciente y que, además, sus cotizaciones para una posterior pensión son menores. Es decir, las jubiladas serán más pobres que los hombres jubilados.

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