¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

El Gobierno bluf

El que está creciendo a la sombra de este Gobierno bluf es Iglesias, quien ha empezado a tomarse en serio a sí mismo

Ya todo es orujo en las sobremesas ibéricas. Sin desmerecer al noble leñazo gallego, ¿qué fue de la amplia biodiversidad del aguardiente español, de los ricos licores de Cazalla, Rute o Chinchón? Los astutos gallegos se han hecho con el monopolio del riego alcohólico de las tertulias que siguen a cualquier almuerzo de postín. ¿Qué, si no orujo, estaban tomando Dolores Delgado y sus amigotes, entre los que se encontraba el ubicuo Villarejo, cuando empezaron a disparar en todas las direcciones? La todavía ministra de Justicia obvió uno de los consejos que le da don Quijote a su fiel Sancho para el buen gobierno de la utópica Barataria: huir de la murmuración maliciosa. Pero ya sabemos que, en España, es difícil que una grata sobremesa no acabe con el litúrgico despelleje de algún amigo o enemigo. Tras el dicharacho de "Marlaska maricón" sólo faltaron los cantos regionales y las demostraciones de amor incondicional. Quizás las hubo.

Lo de la ministra Delgado es vulgar francachela, pero también un paso más en la definitiva descomposición de un Gobierno que se nos vendió como una reedición de los Siete Sabios de Grecia y ha terminado siendo un puro bluf, una insustancial operación de marketing político con muy corto recorrido. El temprano affaire Màxim Huerta, a la vista está, sólo fue un primer aviso de lo que nos esperaba: triquiñuelas para engañar al fisco, másteres falsos, copieteos académicos, corbetas que aparecen y desaparecen, cloacas rebosando... La única justificación que tenía la moción de censura de Pedro Sánchez, que forzó claramente la voluntad expresada por los ciudadanos en las urnas para sustituirla por un batiburrillo de partidos, era desalojar a un PP envenenado por la corrupción para devolver la honorabilidad a las instituciones. Sin embargo, nos encontramos con esta chacota. Como diría mesié Ortega: "No es esto, no es esto". Cada día de más de este Ejecutivo es una absoluta pérdida de tiempo.

Un CIS demasiado cocinado nos presenta un PSOE al alza. Yo no me fiaría. El que está creciendo a la sombra de este Gobierno de papel maché es Pablo Iglesias, quien ha empezado a tomarse en serio a sí mismo y aprovecha todas las entrevistas para forjar la imagen de un hombre sereno con un proyecto de izquierdas para España. Ojo avizor. El orujo debe estar corriendo con generosidad en las sobremesas de los restaurantes favoritos del poder.

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