República de las Letras

Gracias, sanitarios

Unas gracias extensivas a cuantos participan y se sacrifican en la lucha contra el coronavirus

El pasado fin de semana, en casa también salimos al balcón a aplaudir en un homenaje de reconocimiento y gratitud a los sanitarios, a todos los trabajadores de la Sanidad Pública, que están luchando hasta la extenuación contra el coronavirus. Y con ellos a todos los colectivos y cuerpos que participan, cada uno desde su ámbito, en esa lucha. En la historia de este país, de este pueblo, vuestro sacrificio constará con rasgos heroicos y nuestro agradecimiento quedará inscrito para siempre.

Ahora se comprende perfectamente aquella lucha vuestra, aquellas Mareas Blancas que muchos denostaron. Ahora se entiende mejor aquella defensa que hicisteis de la Sanidad Pública, a veces en medio de una gran incomprensión, y vuestra posición contraria a la privatización de hospitales y a los recortes que se hacían en personal y recursos: el desmantelamiento de la Sanidad Pública atentaba contra los intereses de todos. Ahora estamos comprobando dolorosamente que la Sanidad nunca puede consistir única o primordialmente en un negocio, que la frialdad de las cifras y la busca de beneficios económicos para los inversores no pueden ser los valores esenciales. Ahora sabemos por experiencia propia que la salud de la gente no puede ser instrumento para el enriquecimiento de unos pocos. Con la salud no se juega. La Salud no es nunca un gasto: es una inversión.

Ahora estamos viendo cómo los recortes en recursos y en personal pueden llevar al colapso del sistema sanitario en situaciones como la presente. Y estamos viendo también que la sanidad privada ha tenido que ser obligada por decreto a ponerse al servicio de la lucha contra el coronavirus. La Sanidad Pública es una garantía vital para todos, no un lujo. El personal sanitario debe ser respetado y retribuido como se merece: esta es una de las muchas lecciones que esta crisis del maldito coronavirus nos ha impartido.

Otra de esas lecciones es la precariedad de las investigaciones científicas en nuestro país. Hay pocos investigadores, pocos laboratorios, pocos recursos financieros, poca inversión en este preciado bien, en este servicio tan loable a la sociedad. Hacen falta investigadores, hay que financiar tesis doctorales, programas, equipos, instalaciones, dotaciones, becas… Se deben fomentar las carreras, los estudios técnicos, la formación permanente... Y esto no son gastos: son inversiones.

GRACIAS, SANITARIOS. Sois nuestro escudo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios