La tapia del manicomio

Grímpolas y confalones

Es verdad que los susodichos toldos son feos de pantalones, pero se podrían mejorar colgando en los postes grímpolas y confalones

A la vista de la polémica sobre el nuevo aspecto del Paseo, que (dicen) que echa humo en las redes, no nos queda más remedio que meter nuestra cuchara en tan relevante guiso. Lo más criticado es el sistema de entoldado que, como sólo cubre la calzada, los peatones se preguntan para qué leche sirve. ¿Cómo que para qué sirve? No tienen en cuenta los críticos la situación actual del Paseo: como solo queda un carril para los vehículos motorizados y las paradas de autobuses, además de estar parcialmente invadidas por los tacos de cemento que soportan los toldos, están permanentemente ocupadas por varios coches particulares (eso sí, con los intermitentes puestos para indicar que ahora mismo se van), los autobuses tienen que hacer las paradas en el único carril hábil. De esa forma, dado el gran número de buses que paran tres veces a lo largo del Paseo, las colas se forman cada dos minutos como muy tarde. Así que los toldos sí que son útiles para aliviar el solitrón a los numerosos y sufridos pasajeros de los coches que tardan un cuarto de hora en recorrer los setecientos metros de nuestra otrora principal avenida. Para que vean los críticos que nuestro Ayuntamiento no andaba tan descaminado. Es verdad que los susodichos toldos son feos de pantalones, pero se podrían mejorar colgando en los postes del entoldado grímpolas y confalones que darían realce a la próxima Feria virtual. Gallardetes triangulares pueden ser adecuados para tapar los huecos entre cacho y cacho de toldo.

También se ha llevado a cabo una esplendorosa decoración en el carril del Paseo, antes parada de taxis y vehículos de servicios diversos, y ahora reconvertido en paseo peatonal tachonado de estrellas. De estrellas y de unos curiosos dibujitos azules que no hemos sido capaces de interpretar, cosa nada rara dada nuestra acendrada ignorancia. Ese carril estaba reservado en tiempos de Feria para los puestos de turrones y para las vendedoras de velas durante la procesión de la Virgen del Mar. A la vista de éxito artístico y de opinión pública de este "paseo de las estrellas" cabe esperar que la brillante idea se extienda al resto de la ciudad. No van ser siempre los privilegiados ricos que viven en el Paseo los que disfruten de los avances. ¿Se imaginan la calle Real del Barrio Alto con un solo carril (bici) y otro de estrellas multicolores para solaz de los habitantes del barrio? Imagine el lector cualquier otra decoración para su calle, seguro que se queda corto.

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