Peces de Ciudad

Francisco G. Luque

Hablando de mérito...

NO cabe la menor duda de que la situación en la que se encuentra el Atlético de Madrid actualmente, líder de la Liga BBVA y en unos cuartos de final de la Champions League, es digna de admirar. Lo es, principalmente, porque su presupuesto es muchísimo más bajo que el de los equipos a los que tiene con la lengua fuera en la competición nacional y a los que puede dar la sorpresa en Europa. Tiene mérito. Lo de este Atlético de Madrid tiene mérito. Siempre ha estado entre los grandes equipos de este país, pero ante los millonarios fichajes de equipos como Madrid, al que le saca tres puntos, o Barcelona, al que le saca uno, se ha hecho muy complicado competir por un título liguero en España. Los colchoneros han roto esa ley, ese solitario pulso de los últimos años entre blancos y azulgranas del que ya nos estábamos aburriendo muchos. Chapó por los de Simeone, sinceramente, pero me van a permitir que desvíe las miradas del mérito hacia otro equipo que siempre ha estado, desde que se fundó el torneo nacional, y lo ha hecho manteniendo una filosofía, la ensencia del fútbol de toda la vida. Si el Atlético de Madrid lo llaman "el equipo del pueblo", al Athletic Club de Bilbao habría que llamarle "el equipo de la aldea". Sí, el conjunto vasco es ese que va en la cuarta plaza (puesto de Champions) de una tabla en la que no solamente hay tres equipos, que viste de rojiblanco, como el Atlético (club que fundaron dos socios del equipo vasco), y que casi siempre juega los lunes (sin quejarse). Quizás muchos no vean ya mérito en jugar con chavales de la cantera, casi todos nacidos en la misma provincia, porque no venden tantas camisetas ni levantan títulos, pero es digno de destacar que los de San Mamés son los líderes de la liga de los mortales ahora mismo jugando solamente con chavales de una casa en la que no hay príncipes de Gales ni acento argentino.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios