Hawking para dummies

Es decir, no descubrió el Big-bang, pero sí contribuyó a su confirmación. Él y Roger Penrose, los dos

Si yo digo que Cervantes escribió un libro sobre un tío que iba en un caballo y estaba mal de la olla, todos se escandalizarían, protestarían, dirían que menuda simpleza. Pero si cualquiera dice una simpleza semejante sobre cualquier aspecto científico, todos debemos pensar que es una manera de decirlo para no eruditos. Sí, sí, yo también he oído sobre Stephen Hawking cosas como que descubrió que el universo era al principio un átomo muy pequeñito que luego se fue expandiendo hasta llegar hasta lo que es ahora. Y dicho por un gran comunicador en un importante mass-media. Es que todos no podemos ser científicos. Pero sí podemos profundizar un poco más, sólo un poco más para no caer en la simpleza que, además, suele ser errónea. Sobre Einstein ha quedado en la cultura popular la idea de que descubrió que todo es relativo o que todo depende del observador, cuando lo que descubrió, en todo caso, es todo lo contrario, que hay una cosa absoluta, la velocidad de la luz en el vacío, que no depende de observador. La principal contribución de Hawking, aparte de eso de que nos tenemos que ir pronto a otro planeta y aparecer en los Simpson, son sus teoremas sobre singularidades espacio-temporales, que no descubrió sólo, sino con otro brillante científico, quizás más importante que él, aunque menos conocido, Roger Penrose. Una singularidad, simplificando, es un sitio en el espacio y un momento en el tiempo en el que no funcionan las leyes físicas que conocemos. El Big-bang, por ejemplo. Es decir, no descubrió el Big-bang, pero sí contribuyó a su confirmación. Él y Roger Penrose, los dos. Y no hace falta estudiar ecuaciones diferenciales para entenderlo o decirlo con un mínimo de corrección. También su principal contribución a la ciencia son sus libros, suficientemente sencillos como para que los entiendan o crean entenderlos los no científicos y suficientemente complejos como para que no los entiendan o crean no entenderlos algunos científicos. Su enfermedad, a la vez ejemplo de superación y a la vez espejo de imagen pública (o publicitaria) han hecho el resto para considerarlo como un mito, como eso de la manzana y Newton o el juicio de Galileo, es decir, la anécdota. Pero Hawking, como Newton o Galileo, fue algo más que una anécdota. Se siente, Penrose, sin una imagen y unos libros famosos no eres nadie, aunque total, para que te recuerden con eso del átomo pequeñito.

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