Hola, María

Siempre he pensado que cada patología tiene uno olor propio, un aroma que le resulta característico o definitorio

Quiero que sepas que la caída de la tarde me cogió caminando bajo la lluvia. Eché de menos sostener bajo las comisuras un cigarro emboquillado, recién prendido, cuando el humo nuevo del tabaco rubio acaricia las fosas de la nariz antes de alcanzar la garganta y ser despedido definitivamente al vacío con una exhalación apretada entre los labios fruncidos. Pero el tabaco hace años que se fue para siempre de mi vida. Esto es lo que tiene la edad, que te permite ciertas elecciones que para mí antes me parecían, además de imposibles, impensables. Como tú eres mucho más joven que yo -incluso que tu marido, que conste-, sé que me vas a permitir la licencia de darte un consejo de buen amigo: olvídate de todo lo que se ha generado alrededor de tu nombramiento como Gerente de la Empresa Municipal Almería 20/30. No merece la pena que te detengas ni un minuto en buscar causas, ni razones. Si me aprietas, casi tampoco responsables. Simplemente la política funciona así. Siempre he pensado que cada patología tiene uno olor propio, un aroma que le resulta característico o definitorio. Y La política almeriense, como gran parte de la que me llega de otros lugares, huele a barato. Tiene ese olor retestinado que desprenden los burdeles donde se vende tabaco suelto y el alcohol se sirve en garrafa. Y contra eso nada puedes hacer. No te vas a poner a explicarle a quien no le interesa cómo te hiciste merecedora de tu Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, ni los trabajos que has desarrollado en las multinacionales del ramo, ni las decenas de Planes Generales de Ordenación Urbana en que has participado, incluido el de Almería claro, ni cómo aprobaste tu oposición de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en la Junta de Andalucía… Ni mucho menos, con tu media de sobresaliente en Derecho, ahora le vamos a explicar a ningún sordo intelectual qué es un comodato. Eso solo lo sabemos tú y yo. Por eso disfruta de la familia, de los amigos y de tu marido, sí, ese que, aunque suene a chiste, es primo de la madre del actual alcalde -en Derecho a ese parentesco de la familia política le llamamos de 5º grado por afinidad-, porque del resto, con absoluta probabilidad, ya se ocupará debidamente el futuro. Y ello te permitirá a buen seguro observarlos a lo lejos, desde tu cómoda integridad, mientras sus cadáveres políticos desfilan empujando su pesada carroña.

Un beso

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios