IBI injusto

Desde el PSOE pedimos que se cree una comisión que estudie una fiscalidad más justa y progresiva

Los recibos del IBI están ya llegando a los hogares almerienses. Ahora se comprueba que la rebaja prometida por el gobierno municipal del PP, con el alcalde a la cabeza, se ha quedado en una limosna. Los socialistas ya advertimos en su día que las cuentas no salían y que la rebaja sería de risa, como ha ocurrido. Lo peor es que el alcalde pudo bajar un 8% el recibo este año, pero se quedó en un 1,5%, que se ha traducido una baja media de unos tres euros. Decepción, enfado y frustración define el estado de muchos contribuyentes que quieren derechos y no gestos de caridad.

Los socialistas volvimos a sacar a la palestra este tema en el último pleno del Ayuntamiento. En los últimos ocho años, el PP ha subido el IBI un 28%, haciendo de Almería una de las diez ciudades españolas con el impuesto más alto, y todo ello coincidiendo con los peores años de la crisis.

Tanto PP como Ciudadanos impidieron, voto en contra y abstención, respectivamente, que los almerienses disfrutaran de una bajada real en el recibo de 2018, aplicando la posibilidad de reducir el impuesto en un 8% que ya fue aprobada. Eso habría supuesto devolver de golpe unos 21 euros a cada almeriense.

Impidieron también que se solicitara al Catastro una revisión de la ponencia de valores de los inmuebles de la capital, con la que se conseguiría que cada cual pagara por el valor real de su casa y no a partir de una estimación a la que se aplica una reducción lineal, para todos por igual, como se viene haciendo.

Sabemos que la crisis no ha afectado al mercado inmobiliario por igual: Unas viviendas han perdido valor y otras han ganado, por su ubicación o por las inversiones municipales realizadas en esos barrios. Entonces, lo justo sería pagar en correspondencia con eso. También sabemos que una rebaja del IBI podría hacer disminuir los ingresos del Ayuntamiento.

Por eso, desde el PSOE pedimos que se cree una comisión de expertos que estudie una fiscalidad más justa y progresiva. Pero esa manera de entender la fiscalidad no gusta ni a PP ni a Ciudadanos, obsesionados con recaudar, pase lo que pase, y seguir amasando esos 26,6 millones de euros que el alcalde fue incapaz de gastar de los presupuestos del pasado año y que deberían haber servido para crear empleo y mejorar la ciudad de Almería.

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