El callejón del gato

ILUSTRES INVITADOS

Para que Pablo Casado siga el ejemplo de Nicolás Sarkosy, condenado por corrupción y tráfico de influencias

Tanto apoyo escama. Lo digo porque a un verdadero líder le sobran declaraciones a su alrededor para mantenerlo en el pedestal. El verdadero líder no necesita confirmación, su liderazgo se da por hecho y no precisa muestras de favor para su reconocimiento. Con tantas voces aprobando a Pablo Casado como indiscutible presidente del PP, es como si hubiera dudas sobre su situación en el partido. Por si faltara poco, llega Isabel Díaz Ayuso después del garbeo que se ha dado por las calles de Nueva York y le viene a decir, más o menos, que su puesto está en Madrid y no tiene por qué temer. Vamos, que le perdona la vida. Los protagonistas de esta convención, más que Pablo Casado, han sido los avalistas de los que depende su futuro. Y si hablamos de protagonismo, quienes se han llevado la palma han sido los ilustres invitados. Es costumbre, ante cualquier celebración considerable, contar con invitados que le den brillo al encuentro y en las movidas que realizan los partidos políticos, congresos o convenciones, no faltan figuras destacadas, afines a las siglas, sentados en la primera fila. En este caso, supongo que el PP habrá llamado a más de una puerta de ilustres políticos conservadores, pero el único que ha tenido el detalle de corresponder a la invitación ha sido el expresidente de Francia Nicolás Sarkozy. Habiendo sido condenado el pasado mes de marzo a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias, el hombre está en horas bajas y no era cuestión de desaprovechar la ocasión de verse subido en una tribuna en compañía del presidente del Partido Popular y futuro candidato a presidir el gobierno de España. Y Pablo Casado ha sido muy explícito, dispuesto a seguir sus pasos el día que ostente el poder diciendo refiriéndose a su gestión: "Lo que tenemos que hacer es tomar los buenos ejemplos de gestión. Los buenos ejemplos, siempre basados en unos principios y unos valores compartidos". El otro invitado ilustre con derecho a predicar desde la tribuna ha sido Mario Vargas Llosa alegando, con la autoridad que le confiere ser premio Nobel de literatura, que "Lo importante de unas elecciones no es que haya libertad sino votar bien", afirmando a continuación que votará al Partido Popular. Atando cabos, votar bien será depositar en la urna la papeleta del PP para que su candidato Pablo Casado sea presidente del Gobierno y siga el ejemplo de Nicolás Sarkosy, condenado por corrupción y tráfico de influencias.

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