Aunque el refrán dice que el infierno está empedrado de buenas intenciones, lo cierto es que los deseos de solidaridad, unidad, diversidad o paz nos conmueven siempre. Sirva de ejemplo la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. Sonó Imagine como himno de los casi 11.300 atletas que llevan años preparándose para lograr en Japón la recompensa a su esfuerzo. La canción compuesta por John Lennon y la tokiota Yoko Ono tiene 40 años, pero no es antigua. "Imagina que no hay países y tampoco ninguna religión. Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz". El COI acaba de añadir juntos a los tres lemas olímpicos más rápido, más alto, más fuerte. La canción se adelantaba: "Imagina a toda la gente compartiendo todo el mundo". Es una ilusión durante la tregua olímpica.

Además de Lennon, hubo otros protagonistas del acto en la misma línea, los refugiados, el economista bengalí Muhammad Yunus, el cantante Alejandro Sanz y la nadadora Mireia Belmonte, ambos de origen andaluz por los cuatro costados, y los drones. El factor humano y la tecnología. Como colofón, más de 1.800 drones dibujaron en el cielo de Tokio un enorme mapamundi en tres dimensiones. Tras un baile digital se formaron los océanos y la tierra firme, y el primer continente que emergía era una inmensa África, donde se produce la gran explosión demográfica de este siglo, y un éxodo continuo hacia el primer mundo. Hacia nuestra frontera. Por medirlo en términos de desarrollo, casi la mitad de los deportistas que están en los Juegos son europeos. Y un grupo de diez refugiados sin nacionalidad compiten con la bandera del COI.

La puesta en escena de Imagine también emociona. Los organizadores asiáticos homenajearon a los otros cuatro continentes. Empezando por África, con Angélique Kidjó, originaria de Benín, emigrante de joven a Francia y residente actual en Nueva York. Con Alejandro Sanz en representación de Europa, que también sabe lo que es la emigración: nació en Madrid de padres gaditanos, de Algeciras y Alcalá de los Gazules. Por las Américas cantó John Legend y por Oceanía Keith Urban. Casi todos los países llevaron dos abanderados. Entre los que no usaron la fórmula destacaron Emiratos Árabes con un hombre y Angola con una mujer. Mireia Belmonte y Saúl Craviotto fueron los abanderados españoles. Mireia es también hija de la emigración, con padres de Freila (Granada) y Huelma (Jaén).

El premio Nobel de la Paz de 2006 Yunus recibió el Laurel Olímpico por su contribución en los campos de la educación, la cultura y la paz. En su intervención pidió tres ceros: cero emisiones de CO2, cero pobreza y cero desempleo. Decididamente era una tregua de la realidad. A Lennon lo mató un loco con 40 años; nunca tendría 64 años, ni se haría viejo, ni se le caería el pelo. La vida le dio mucho de sí en tan corto tiempo. Era un tipo lleno de buenas intenciones, como estas de los Juegos.

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